Cuando duermes, tu cuerpo no solo descansa sino que también repone la energía que necesita para realizar las actividades diarias. Durante el sueño, el cerebro está más activo, ya que en este proceso se encarga de mantener el organismo, eliminando diversas sustancias tóxicas del metabolismo normal, reparando los tejidos y al mismo tiempo restituyendo la energía necesaria para el normal funcionamiento fisiológico. . Por esta razón, es bien sabido que la privación del sueño causa daños tanto a corto como a largo plazo en personas que, de una forma u otra, sufren privación de sueño durante largos períodos de tiempo; sin embargo, no se entendió cuán peligrosa podía ser la situación hasta que murió por falta de sueño.
En este punto, un equipo de neurocientíficos italianos de la Universidad Politécnica de Marche, dirigido por el Dr. Michele Bellesi, realizó un estudio a mediados de 2018 y descubrió que no dormir hace que el cerebro descarte ‘una cantidad significativa de neuronas, así como una cantidad importante. la pérdida. conexiones sinápticas; La peor parte de esta situación es que restaurar el sueño puede no ser capaz de revertir el daño. En su estudio, los investigadores examinaron la respuesta del cerebro de los roedores a los malos hábitos de sueño y encontraron una curiosa similitud entre los ratones descansados y los ratones descansados que no dormían.
Al igual que con las células de todo el cuerpo, las neuronas del cerebro se regeneran constantemente mediante dos tipos diferentes de células de apoyo que normalmente mantienen estable el sistema nervioso: la microglía y los astrocitos. Las primeras células se encargan de eliminar las células viejas y dañadas a través de la fagocitosis (evento que suele ocurrir en muchas partes del cuerpo y que implica el hecho de “tragar”), mientras que las segundas células juegan un papel fundamental en el mantenimiento de la función y el funcionamiento adecuado. de la fagocitosis. Enredo nervioso. Los eventos controlados por estas células típicamente ocurren durante el sueño, para reparar el desgaste neuronal que ocurre durante el día. Sin embargo, según los investigadores, este proceso parece activarse de forma reversible cuando dejamos nuestro cuerpo sin dormir durante largos periodos de tiempo. El Dr. Bellesi comentó: “Mostramos por primera vez que los astrocitos engullen componentes importantes de la sinapsis debido a la falta de sueño.
Como parte del proyecto, los científicos analizaron los cerebros de cuatro grupos de ratones. En ratones a los que se les había privado del sueño durante días, observaron que los astrocitos aumentaban su actividad para engullir los componentes básicos de las sinapsis, un proceso conocido como autofagia de astrocitos. Los efectos adversos no se detuvieron allí, ya que la microglía también aumentó su actividad fagocítica en ratones con privación crónica de sueño. Esto es de gran interés, ya que la regulación positiva de la actividad de la microglía se ha implicado en enfermedades cerebrales como la enfermedad de Alzheimer.
Aunque los estudios se realizaron en ratones, pueden estar relacionados con los humanos de alguna manera, y también debemos recordar que tenemos una gran similitud en nuestros genomas con estos ratones.