Recientemente se ha dado a conocer que la Guardia Nacional ha apresurado la salida de miles de agentes civiles de la corporación, o por lo menos retirarlos de las calles. Así mismo, se indicó que se ha puesto en marcha un programa de retiro voluntario en el que ofrece “compensación económica” a estos elementos, a cambio de renunciar definitivamente al cargo.
Así mismo, una serie de documentos han revelado que, en un solo día, 600 efectivos que estaban en labores de vigilancia en las calles fueron reubicados a otras áreas de la corporación. Por otra parte, otro contingente importante ha sido trasladado a la Ciudad de México para ser exhortados a adherirse al programa de retiro voluntario.
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“Nos han tenido por días en el centro de mando de Iztapalapa, sentados en las gradas, sin hacer nada, cumpliendo el turno ahí sentados por ocho o hasta 16 horas. Esperan que les digamos que nos queremos adherir al retiro. Es desesperante y denigrante para nosotros”, mencionó uno de los agentes.
“Algunos tenemos 10 o 15 años aquí, esto es lo que sabemos hacer. Nos quieren ahora sacar y truncar una carrera y no nos conviene. Primero, porque la compensación que quieren ofrecer no es acorde a lo que deberíamos de recibir, pero sobre todo porque para muchos de nosotros ya es complicado, por nuestra edad, conseguir otro trabajo”, mencionó otro agente.
Finalmente, cabe destacar que la Guardia Nacional no ha emitido ninguna declaración sobre estos acontecimientos y las razones por las que se está llevando a cabo.
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