Autor: Pablo Vázquez Rivera
Cifras que incomodan en Palacio tanto Jalisco, como Nacional
La violencia ha sido uno de los más grandes problemas que enfrentan las administraciones Federal y estatales a lo largo y ancho del país, por más que las estrategias, número de elementos, reuniones de seguridad en los gabinetes y discursos compartan la visión de que se están disminuyendo los delitos, la percepción ciudadana y desde luego las cifras no tienen defensa de parte ni del presidente ni de un amplio número de gobernadores.
La reacción a este tipo de cuestionamientos de la prensa nacional y de la local, ha encontrado un común denominador, en los casos de Andrés Manuel López Obrador a nivel federal y de Enrique Alfaro Ramírez que son los que abordamos en este espacio de análisis, en ambos el común denominador de negación del problema, de molestia por la exposición de las cifras y la respuesta inmediata e incómoda de ambos mandatarios desde el arranque de sus administraciones.
Mientras el presidente ha mencionado en su conferencia matutina a medios como Reforma, y al comunicador Carlos Loret de Mola hasta en 134 ocasiones durante 60 conferencias matutinas, el gobernador de Jalisco arremetió contra El Informador, debido a la publicación en este medio jalisciense en el que se manejó como nota principal, la desaparición en la entidad de 14 mil 944 personas.
Crisis que ha desbordado el trabajo de la Fiscalía del Estado y al propio Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, acusando “Un nivel de irresponsabilidad que no podemos permitir” sentenció Alfaro Ramírez en un evento con empresarios del estado.
A nivel nacional, solo a principios de la semana se dio a conocer las cifras de abuso sexual infantil y que contabilizan 113 casos en lo que va del año 2022 es decir, 116 días después de iniciado el año en curso, lo que representa al menos en este delito prácticamente un caso diario y eso porque hablamos únicamente de los casos que se denuncian y no quedan sepultados en el silencio de los pequeños que padecieron de este horror.
Ante la constante serie de momentos incómodos de ambos mandatarios cada vez que un medio o como ocurrió en el caso del Comité de las Naciones Unidas contra la Desaparición Forzada (CED) aparece la constante que es el desdén, la negación de los datos estableciendo la inexactitud de los mismos y la molestia a quienes mencionan este asunto como asignatura pendiente de sus administraciones.
Justo si mencionamos la coyuntura que se presentó de dicho problema nacional, y en el que a través de un comunicado emitido el 13 de abril de 2022 el gobierno estatal destacó su apertura hacia las observaciones del informe del CED, aclarando que “el documento presentado está dirigido principalmente al Estado mexicano, y en el caso de Jalisco, se reconoce y valora de forma positiva los avances en el tema en el estado” señala los delitos,
Es decir, evadir los señalamientos justificando dichas cifras como parte de una estrategia de golpeteo mediático y no como un asunto en el que ambas administraciones parecieran confundir la frialdad de los números convirtiendo la misma en una confrontación con medios de comunicación o colegas cuya función es cuestionar y presentar un panorama a la población, no atacar a los gobernantes en turno.
Más si la percepción de inseguridad es el común denominador para usted y yo estimado lector, lo conversamos si le parece en la red social Twitter, en la cuenta @pablovazquezr1.