Al final del día, quedamos de la misma forma; y es que después de la Revocación de Mandato, al no cumplir con el porcentaje necesario, esta consulta no fue vinculante.
Durante mucho tiempo, el presidente de nuestro país hizo referencia a la necesidad de establecer una revocación de mandato, entendido como una manifestación de los ciudadanos para que el presidente siguiera en el mando o se le revocara esta facultad que le había sido dada por los ciudadanos tres años antes, sin embargo, desde mi punto de vista, perdió el presidente y perdimos los ciudadanos.
En primer lugar, me gustaría compartir mis argumentos en el por qué, si bien, el presidente ganó para que siguiera, realmente perdió. Y es que fue mayor la población que decidió no participar, seguramente por la polarización en el país, por la poca credibilidad en nuestras instituciones políticas y electorales, o quizá, simplemente por que no encontraron razón para ir y mostrar su opinión, sin embargo, lo que es una realidad es que fue más del 80% de la población quienes decidieron abstenerse de votar, lo que nos da muestra que realmente esta consulta ciudadana no fue pedida por los ciudadanos sino por el titular del ejecutivo de nuestro país, razón por la cual, bajo un principio lógico, no cuadra que una acción ciudadana no sea avalada por los ciudadanos.
Con base en lo anterior, también pudiéramos señalar que si bien el presidente obtuvo una mayoría significativa para seguir en el poder, también es cierto que esta consulta no fue vinculante, por lo cual el presidente, recordando que el presidente habría sido el más votado en la historia de nuestro país.
Por otro lado, desde mi opinión, considero que también los ciudadanos perdimos, por que la revocación de mandato debería de ser una herramienta ciudadana en donde más allá de poder preponderar la afinidad con un presidente, deberíamos de preponderar, cuando es interés de la sociedad, los buenos y malos resultados, pues por una ocurrencia del presidente ahora los ciudadanos tenemos una mala concepción de lo que realmente es una revocación y de los alcances y fortalezas que tenemos como ciudadanos.
Así pues, pudiéramos considerar que perdió el presidente al no considerar que esta herramienta ciudadana no fue realmente arropada por los ciudadanos y por otro lado, perdimos los ciudadanos al tener de ahora en adelante una mala concepción de lo que es una herramienta para impulsar un control gubernamental.
Finalmente, podemos reconocer las funciones del Instituto Nacional Electoral, organismo autónomo que pese a las criticas políticas y a la falta de presupuesto logró sacar adelante una vez más, que la expresión de los pocos ciudadanos que votaron, fuera respetada.