En la CDMX una de las aplicaciones más populares es Tinder que también se ha usado para contactar a posibles víctimas y robarles o estafarles, como se muestra en el documental de Netflix, mismo que narra la historia real de un individuo en Europa que finge ser un reconocido magnate para seducir a mujeres y estafarlas. Los delitos presentados incluyen robo, extorsión y la publicación de fotos o videos íntimos sin consentimiento, según denuncias ante la Fiscalía capitalina.
De acuerdo al documental de Netflix, una mujer mexicana terminó siendo estafada por una persona que conoció a través de Tinder. A través de engaños ella le depositó 160 mil pesos para saldar el pago de una casa que compartirían en Yucatán, supuestamente; sin embargo, nunca volvió a saber de él. Este caso fue atendido por el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México y documentado en un informe sobre ciberseguridad que se publicó hace unos días.
La víctima de nombre Gloria, de 54 años de edad, conoció a James por medio de la aplicación de citas Tinder; quien supuestamente vive en Inglaterra.
«Pronto se hicieron amigos y su relación la mudaron a WhatsApp, donde se escribían casi a diario. James -un nombre falso como el de Gloria para proteger los datos personales de la mujer- le prometió que iba a comprar una casa para los dos en Yucatán, por medio de una inmobiliaria», señaló el Consejo.
«En diciembre (pasado), el hombre le dijo que la transferencia que había realizado provocó que su cuenta bancaria fuera bloqueada, y para no perder su dinero le pidió un préstamo para los pagos faltantes por la casa; ella accedió». La mujer realizó el deposito primero de 70 mil pesos, luego de 50 mil y finalmente los 40 mil restantes. Ahora ya no sabe nada de su “novio” por Internet y tampoco le responde los mensajes.
Hasta el día de hoy, Gloria recibe asesoría del Consejo Ciudadano para proceder con la denuncia, agregó el Consejo en el documento titulado «Ciberseguridad y costo emocional de los trabajos».
La plataforma Tinder, creada en 2012, también se ha utilizado para cometer delitos que no son exclusivos de víctimas mujeres. En 2018, Eduardo recibió la llamada de un amigo que le dijo que, observando un canal porno en Internet, lo vio en un video teniendo relaciones sexuales con otro hombre. Con base en la denuncia presentada ante la Fiscalía capitalina, Eduardo le pidió a su amigo que le enviara el link, o liga del video, para constatarlo.
«Una vez que me envía el link y observo el video, me percato que se trata de un encuentro sexual que tuve hace aproximadamente un año, en el 2017», relató al Ministerio Público.
«(Las relaciones) fueron con una persona del sexo masculino la cual conocí mediante Tinder». Eduardo mencionó que, el día del encuentro sexual, concertó una cita con el individuo que conoció por medio de la plataforma, para conocerse. «Nos fuimos a su departamento, en el cual tuvimos relaciones sexuales, sin percatarme en qué momento me grabó», concluyó.
El susodicho grabó el encuentro con una cámara escondida, por lo que la víctima acudió a la representación social para levantar una denuncia por el delito correspondiente.
En la Ciudad de México es ilegal compartir sin consentimiento imágenes, audio o video de «actividades sexuales explícitas» o actos de «connotación sexual».
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El caso de Mara, que conoció a Daniel mediante la aplicación de Tinder, narra que luego de conversar con él, la joven concertó una cita para conocerse el 3 de mayo de 2021. Acordaron verse a las 12:00 horas afuera de la estación Cuauhtémoc de la Línea 1 del Metro, ubicada en Avenida Chapultepec, casi esquina con Avenida Cuauhtémoc, en la Colonia Roma. Mara dijo a las autoridades que «Llega Daniel a bordo de una motocicleta, de la que en este momento sólo recuerdo que era de color rojo». Acto seguido, «Él se queda debajo de la banqueta, arriba de la motocicleta, y yo me acerco llevando en mi hombro una pequeña mochila».
De acuerdo a la denuncia, Daniel le dijo a Mara que le diera su bolsa. Ella pensó que era para ayudarla a subir a la moto, por lo que se la dio, pero fue para robarle. «Por lo que comienzo a gritar y me acerco a una patrulla que se encontraba a unos metros, a quienes les comento lo sucedido». La patrulla de la Policía capitalina comenzó a perseguir al sujeto, quien fue detenido cuadras adelante y remitido al Ministerio Público por el delito de robo agravado. Mara logró recuperar su mochila en la que llevaba su cartera con documentos de identificación personal como el INE y la credencial de su escuela, cargaba 500 pesos en efectivo y un teléfono celular marca Samsung Galaxy Modelo S10, color rosa, con apenas un mes de uso.