Las fuerzas rusas acortaron el cerco sobre Kiev y bombardearon áreas civiles de otras ciudades ucranianas, como Mikolaiv y Mariúpol, en una situación humanitaria desesperada tras casi dos semanas de asedio.
Mikhailo Podoliak, consejero de la presidencia ucraniana, afirmó que Kiev “está sitiada” y que las tropas rusas centran también sus esfuerzos en Mariúpol y en otras localidades del centro del país.
Las autoridades ucranianas y las rusas calificaron la situación humanitaria de varias ciudades como “catastrófica”.
En Mariúpol bombardearon un área alrededor de una mezquita que albergaba a más de 80 personas, incluyendo niños.
Relacionado con esta situación, el presidente Ucraniano dijo a través de un video “Están bombardeando (Mariúpol) 24 horas al día, lanzando misiles. Es odio. Matan a niños’’
Además, los bombardeos rusos destrozaron el aeropuerto de Vasylkiv, a unos 40 km al sur de Kiev, según el alcalde de esa ciudad, los suburbios del noroeste de la capital, como Irpín y Busha, también llevan días bajo las bombas y los blindados rusos que avanzan por el eje del noreste.
Los servicios ucranianos indicaron que siete personas, entre ellas un niño, murieron el viernes en un ataque ruso cuando estaban siendo evacuadas del pueblo de Peremoga, cerca de Kiev.
Los ocupantes abrieron fuego contra un grupo de civiles, compuesto exclusivamente por mujeres y niños”, dijo la Inteligencia ucraniana en Facebook.