Las tensiones entre Rusia y Ucrania se han intensificado tras el reconocimiento por parte del presidente ruso Vladimir Putin de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk (DPR y LPR) en el este de Ucrania como estados independientes. Estas zonas son regiones separatistas apoyadas por Rusia, que luchan contra las fuerzas ucranianas desde 2014. Apenas unas horas después de la declaración, Putin ordenó la entrada de tropas en las dos regiones. Aunque el Kremlin lo califica de misión de “mantenimiento de la paz”, la medida ha suscitado la preocupación de que Rusia quiera entrar en guerra con Ucrania.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, afirmaron ayer que la agresión viola el derecho internacional, la integridad territorial y la soberanía de Ucrania; así como los propios compromisos internacionales de Rusia; y agrava aún más la crisis.
Es complicado saber cuál puede ser el desenlace de la invasión de Rusia a Ucrania. Si llega a producirse, habrá un desajuste económico importante, sobre todo en Europa que es más dependiente de la energía y materias primas que se producen en Rusia; ya que se adoptarán medidas que introducirán al país en una fuerte depresión económica creando problemas a su sector financiero y exportador. En todo caso hay que pensar que el despliegue realizado no puede quedar en nada. Los rusos deberán conseguir algo que pasa al menos por la no inclusión de Ucrania en la OTAN; y que trate con mayor consideración su opinión en el plano internacional.
Pero no hay que perder la perspectiva, el problema ucraniano se está solapando con la fuerte subida de la inflación en EE.UU., Europa y Reino Unido, que avocará a los bancos centrales a reducir sus estímulos antes y con más intensidad de los previsto inicialmente. Miguel Ángel García, director de inversiones de Diaphanum señala que “la prueba está en que, aunque se están publicando noticias alentadoras de que se puede llegar a una solución del conflicto sin invasión, los activos de riesgo no se están recuperando de las caídas sufridas. En definitiva, tendremos mercados volátiles en el mejor de los casos, si se llega a un conflicto bélico habrá que analizar su alcance, pero las correcciones seguro que serán violentas”.
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Mercados financieros y perspectivas: sangre fría y estricta selección de activos
Hay que tener en cuenta que los mercados financieros llevan ya semanas en una situación de tensión y aumento de la volatilidad. Ello se debe al fuerte aumento de las expectativas sobre el rumbo de las políticas monetarias de los principales bancos centrales, sobre todo de la Fed y del BCE.
De hecho, la inflación siguió sorprendiendo al alza debido a una combinación de aumento de los precios de la energía, problemas en las cadenas de suministro pero también, cada vez más, a las crecientes presiones salariales vinculadas a la fuerte caída del desempleo, que ha vuelto a situarse prácticamente en los niveles anteriores a la crisis de los Estados Unidos.
El repunte de la inflación, unido a unas políticas monetarias menos expansivas y a las tensiones geopolíticas, pesan inevitablemente sobre las estimaciones de crecimiento. Sin embargo, estas siguen siendo −y conviene recordarlo− muy superiores a los niveles potenciales.
En EE.UU. el consenso ve ahora un crecimiento del 3,7% durante 2022, mientras que las estimaciones de la eurozona se han revisado del 4,4% al 4%, principalmente debido a la desaceleración de Alemania (del 4,5% al 3,7%).
El Bundesbank declaró recientemente que la economía alemana podría contraerse en el primer trimestre de 2022, lo que llevaría a una recesión técnica, dado el descenso del PIB en el último trimestre de 2021.
Por otra parte, las estimaciones de inflación para este año siguen aumentando, alcanzando el 5% en EE.UU. (frente al 3% de septiembre, cuando la Fed empezó a hablar de tapering) y el 3,7% en la eurozona (frente al 1,5% de septiembre).
De cara a este año, reiteramos el papel central que ejerce el proceso de normalización de los bancos centrales, y de la Fed en particular, sobre la evolución de los mercados financieros.