Siempre he creído que los billetes de una economía son como la tarjeta de presentación
de una nación. Para un turista extranjero que viaje por aire y nunca haya visitado nuestro
país su segunda impresión la recibirá cuando cambie sus dólares por pesos en la casa de
cambio. La primera impresión la dará el aeropuerto al que haya llegado.
Si el papel moneda es viejo y arrugado, como el que siguen utilizando algunos países
africanos y de América Latina, se generará una percepción arcaica y de retraso. Si los
billetes están impresos en papel de poca seguridad, se trasmitirá desconfianza en la
economía.
Las imágenes impresas en los billetes y monedas también dicen mucho de la cultura y de
la idiosincrasia de un pueblo. Pueden contener el mensaje oculto de las prioridades, los
intereses y las aspiraciones de los habitantes de ese país. Las naciones donde la efigie
de su moneda está dedicada a héroes de su historia pueden enviar una señal de que su
mirada está puesta atrás, que tienen la atención anclada al pasado.
En el caso de México las figuras en su moneda han estado tradicionalmente relacionadas
con héroes de la Independencia, de la Revolución, de la Reforma y de la Guerra con
Estados Unidos, aunque también han dado cabida a la poesía precolombina, en la
persona del rey poeta de Texcoco Nezahualcóyotl; al arte nacional con reconocimiento
mundial, en la efigie de la pareja de pintores formada por Diego Rivera y Frida Kahlo; y a
la aportación mexicana a la literatura universal en el rostro de sor Juana Inés de la Cruz.
En este orden de ideas, Israel ha privilegiado también la figura de sus escritoras y
escritores famosos en su papel moneda. Algunas de las economías exitosas se han
distinguido por incluir motivos científicos y tecnológicos en sus billetes. El Banco Central
de Inglaterra acaba de anunciar que en el reverso de su billete de 50 libras llevará la
imagen del pionero informático y descifrador de códigos Alan Turing. Antes del euro,
Francia promovía a sus científicos legendarios, como Pasteur y Pascal, mientras que Italia
exhibía a Da Vinci, Marconi y Galilei. Bueno, hasta Estados Unidos sigue manteniendo en
su billete de 100 dólares a ese gran inventor que fue Benjamín Franklin.
Otros países, también exitosos, van más allá, mirando al futuro e incluyendo temas en su
papel moneda relativos a la educación, a la naturaleza y al deporte, como es el caso de
Corea del Sur, Singapur y Escocia.
Por eso celebro la imagen del nuevo billete de 50 pesos mexicanos. Por primera vez no
aparece la figura de héroe alguno de las guerras de nuestra historia o personaje del
pasado. Aunque el anverso rememora la fundación de Tenochtitlán, la figura principal es
aquella legendaria águila devorando a la serpiente, símbolo de unidad nacional. En el
reverso aparece una representación de los ecosistemas amenazados, con la figura de un
ajolote, especie endémica en peligro de extinción, con una milpa sembrada en Xochimilco
de fondo, rememorando al principal alimento de los mexicanos: el maíz.
Con la unidad nacional y el cuidado al medio ambiente como mensajes ocultos, impresos
en un material elegante y de calidad, Banco de México envía al mundo los mensajes
correctos sobre las que debieran ser algunas de nuestras aspiraciones.