Red pública – 2 mil 22

Por: Edgar Mereles Ortíz

“quisieron y no pudieron,

pudieron y no quisieron;

filosofía de cuarta”

Hermenegildo García.

Dedicado a todos los que dejaron su esencia en el paso de nuestras vidas.

En estos tres años del gobierno del inquilino del National Palace hemos visto una profunda trasformación en la forma de hacer política, ejercer el poder y expresar una visión de Estado.

Los resultados demuestran que este sistema está colapsado, las historias de delincuencia, violencia y muerte en Guerrero, Michoacán, Zacatecas y otras entidades, exhiben la debilidad o complicidad de las instituciones encargadas de la seguridad nacional. La presencia del ejército en las calles de la nación para cumplir labores de seguridad ciudadana desde Felipe Calderón ha ido de fracaso en fracaso y no se ve para cuando acabe esta espiral de mediocridad y corrupción.

En esto de la corrupción, hago una pausa, en mis joviales 54 años jamás había visto un sistema de gobierno tan corrupto con el ejército nacional y jamás había percibido una élite castrense tan adicta a la codicia como la que actualmente administra la Secretaria de la Defensa Nacional y la Secretaria de la Marina. Es escandaloso todo el presupuesto, las obras, los contratos y las prebendas que Andrés Manuel ha entregado a los mandos militares con un sólo fin: hacerlos cuatroteologistas de su imagen y ejercicio del poder.

La lucha contra el crimen desorganizado y organizado esta en plena desventaja para la población mexicana. No tenemos una estrategia seria, no tenemos instituciones profesionales, no existe ética, no hay voluntad politica. Los dichos y chistoretes matutinos no pueden con las cifras de muerte, van casi ciento diez mil fallecidos en manos de la delincuencia gubernamental, uniformada y pandillera.

En otro orden de ideas, la inmensa mayoría de los dirigentes, funcionarios, cuadros, colaboradores, militantes, empleados, simpatizantes y seguidores de Morena y su Gobierno en sus tres niveles, se han empecinado en demostrar su monumental ignorancia de la historia reciente de nuestra nación. Tiene la equivocada percepción de que la democracia nace, crece, se reproduce y muere en ellos, cuando esto, afortunadamente, no es así.

La transición democrática para la mayoría de los politólogos, sociólogos, historiadores y analistas de las ciencias sociales inicio con el movimiento de mil novecientos sesenta y ocho; otras voces dictan que con las reformas reyesherolistas de 1977; y concluyó, para unos, con la llegada de Vicente Fox en el dos mil a la presidencia y, para otros, en el 2018 con la victoria de López obrador. Sea el dos mil o el dos mil dieciocho la transición tuvo un tramo de treinta o cincuenta años.

El punto culminante de esta transición es el año de mil novecientos ochenta y ocho cuando la izquierda unida con la derecha logra vencer en las urnas al PRI de Salinas de Gortari y su generación de tecnócratas. Sin embargo, un presunto fraude se impuso y Salinas logra tomar protesta como Presidente de la Republica. La llegada de Salinas a “Los Pinos” (residencia presidencial creada en el cardenismo como una muestra de austeridad y no payasadas) tuvo que ver con ciertas concesiones, una de ellas una reforma de Estado que permitió la creación de un órgano electoral que evitara, es más, combatiera todo intento de fraude electoral en cualquier casilla del país.

El INE, antes IFE, es esa institución del Estado Mexicano que se creó para que fuera una autoridad electoral ciudadana, con autonomía, patrimonio propio y facultades constitucionales para organizar, capacitar, y llevar a cabo la jornada electoral, el computo de lo votos y la declaración del ganador.

El INE es más de la izquierda que cualquier otro partido, así lo reclaman los cientos de muertos y desaparecidos de activistas del Partido Comunista Mexicano, el Partido de los Pobres, la Liga 23 de Septiembre el Partido Revolucionario de los Trabajadores, el Partido Socialista Unificado de México, Valentín campa, Demetrio Vallejo, Heberto Castillo, Marcué Pardiñas, Abel Vicencio Tovar, Jesús Reyes Heroles, Luis Donaldo Colosio y muchísimos anónimos más.

Por ello es importante decirle en su cara a Andrés Manuel López obrador que: el INE es patrimonio de nuestra historia, de los que hemos marchado por la democratización de los partidos políticos, de las instituciones del gobierno y del sistema político, de las miles de mujeres que han muerto o visto caer a sus hijos. El INE es el acuerdo político que se pudo edificar poniendo ideas, voluntad, propuestas, dialogo, consensos y mucha inteligencia para que todos quedaran representados y nadie fuera excluido.

El INE le pertenece a la nación, al Estado Mexicano, a las instituciones, a los poderes de la unión a los militantes de los partidos políticos, a los millones de ciudadanos credencializados, a las personas que en los once procesos electorales federales han actuado como funcionarios de casilla y como representantes de partidos políticos. Por eso es imposible, absolutamente imposible que Morena y su caterva de ladrones puedan minimizar sus facultades, disminuir su presencia o limitar sus funciones.

López tiene que hacer un ejercicio racional muy delicado y con plena consciencia. Tocar al INE no es soltar al tigre, es incendiar al país, si eso quiere lo va a lograr. Mantener la corrupción del ejército no es poner en la indefensión al pueblo de México, es llevarlo a una guerra civil, si eso quiere también lo lograra. Hacerse el omiso ante la inflación, fuga de capitales, desempleo, caída del poder adquisitivo de los sueldos no se resolverá con programas y derroche de dinero en programas sociales que colindan con la tienda de raya porfirista; es tener un ejército de pobres que algún día se levantará y dirá: ¡basta! si eso anhela, seguro lo va a tener.

Desde algún lugar de las tierras zapatistas en Morelos.

3 de enero del 2mil22.

 

 

Deja un comentario