La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, a través del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), impulsa las Plantaciones Forestales Comerciales (PFC), que constituyen una actividad prioritaria para aumentar la producción forestal, restaurar la cobertura arbórea y proveer de servicios ambientales a la población.
Expuso que la producción de árboles de Navidad evita el avance de la mancha urbana sobre terrenos no arbolados, fomenta el arraigo de los habitantes de las zonas rurales y genera empleos e ingresos temporales y permanentes a los productores.
De acuerdo con el INIFAP, las plantaciones de árboles de Navidad facilitan la filtración de agua y recarga de los mantos acuíferos, la captura de una gran cantidad de carbono durante el crecimiento de los mismos y contribuye a la prevención de la erosión del suelo.
Actualmente, existe una demanda del mercado nacional de dos millones de árboles, de los cuales, poco menos de la mitad se cubre mediante importaciones de Canadá y Estados Unidos.
En respuesta, el Instituto trabaja conjuntamente con productores y autoridades para promover el uso de árboles de Navidad nacionales, con énfasis en los servicios ambientales aportados, la sustitución de importaciones y el beneficio de los ejidatarios, comuneros y plantadores.
En México existe una superficie plantada de cinco mil hectáreas, distribuidas en el Estado de México, Puebla, Michoacán, Veracruz, Ciudad de México y Tlaxcala, y no obstante los apoyos económicos y técnicos destinados a esta actividad persiste el déficit en la oferta de árboles de Navidad.
El INIFAP indicó que los árboles de Navidad son un agronegocio atractivo por su rentabilidad y una opción interesante para plantadores y viveristas es la incorporación, como producto secundario, de hongos ectomicorrizógenos comestibles, que les proporcionarán ingresos en el corto plazo, durante la mitad del periodo de producción.
Lo anterior, dijo, parte de la presencia de la asociación simbiótica entre las raíces de las coníferas con macromicetos de alto valor alimentario y económico, como es el caso de Russula brevipes(cola de borrego, trompa de cochino), Ramaria flava (escobeta), Boletus edulis (pambazo), y Suillus granulatus (pancita), S. brevipes (panza de encino), Lactarius subdulcis (enchilado), L. deliciosus (enchilado).
Además del Morchella spp. (mazorquitas) y Cantharellus cibarius (duraznillo), lo que constituye una alternativa económica para los productores de árboles de Navidad, y hace más atractivo y rentable su cultivo.
Resaltó que en años recientes se han dirigido los esfuerzos en los viveros al cultivo de arbolitos en maceta, que están enfocados a cubrir un nicho de mercado muy particular, denominado “árboles de Navidad vivos o miniárboles”.
El INIFAP trabaja en investigaciones sobre la inducción de estructuras reproductivas para mejorar la producción de semillas y la mutagénesis para la selección de mutantes con características deseables en la especie Pseudotsuga menziesii, conocida como abeto Douglas de importancia como árbol de Navidad, lo cual mejorará la producción y condiciones de mercado en beneficio de los silvicultores navideños.