- La realidad ha demostrado que las vacunas contra el covid-19 evitan la enfermedad grave o la muerte. Ahora se teme que su sola aplicación no bastará para detener la pandemia.
Cada día se va avanzando en temas de vacunación en América Latina. Hasta finales de Junio, según Chile y Uruguay ya habían aplicado al menos una dosis a poco más del 60% de su población; y les seguían Argentina (34%), Brasil (33%), México (23%) y Colombia (22%).
A nivel mundial Reino Unido fue el primer país en comenzar la campaña de vacunación contra el coronavirus. Fue el 8 de diciembre de 2020. Desde entonces, ha inmunizado con la pauta completa a más del 60,3% de su población adulta, mientras que un 82,5% ya ha recibido al menos una dosis. Sin embargo, en las últimas semanas se ha producido un significativo aumento de los contagios, volviendo a cifras del mes de febrero. El 23 de junio, las autoridades británicas notificaron que habían detectado un total de 16.135 nuevos casos en la última jornada, la cifra diaria más alta en cuatro meses. Este sábado, 26 de junio, han confirmado 18.270 positivos. Esto significa que casi se habrían duplicado en una semana, ya que siete días antes registraron 10.321 infectados.
México que arrancó el proceso de vacunación el 25 de diciembre de 2020, junto con Chile y Costa Rica, pronto se posicionó como uno de los países del mundo con mayor porcentaje de vacunados.
Estos repuntes no han pasado inadvertidos para los los antivacunas, que no han dudado en aprovecharlos para poner en cuestión -una vez más- la eficacia de las vacunas contra la covid.
Como tal las funciones de las vacunas es proteger de los síntomas graves de la enfermedad que provoca el Sars-Cov-2, pero no impiden la transmisión del virus en su totalidad,
Precisamente por no ser totalmente esterilizantes, la comunidad científica sigue dudando de si se puede alcanzar la llamada “inmunidad de rebaño” con las vacunas de las que disponemos en la actualidad. De lo que sí tiene certeza es de que, a día de hoy, el fármaco es eficaz y la pauta completa nos protege de todas las variantes conocidas, a pesar de lo que se llegué a mencionar de la variante Delta. Aunque, hay que resaltar que una sola dosis no es suficiente para combatir algunas mutaciones del virus, por eso es importante terminar el proceso de inmunización cuanto antes.
Esta premisa es el punto de partida para explicar lo que está ocurriendo en países como Reino Unido, donde los casos crecen y lo hacen exponencialmente, cada vez a un ritmo mayor. Ana María Ortega Prieto señala dos posibles causas: la aparición de nuevas variantes más transmisibles y la relajación de las medidas de prevención.
La sensación de seguridad que han aportado las vacunas a la ciudadanía ha derivado en que muchos hayan acabado bajando la guardia. No obstante, la vacuna no erradica la posibilidad de contagiar a personas del entorno.
Sí, aun estando vacunados con la pauta completa podemos seguir contagiando el virus a otras personas e incluso a nosotros mismos, pero la posibilidad sería mucho menor dado que la carga vírica sería menor.
Pero reducir no es lo mismo que eliminar, así que las personas vacunadas deben seguir aplicando las medidas preventivas (uso de mascarillas, distancia social) hasta que un porcentaje suficiente de la población esté vacunado», sostienen.
Los expertos consultados por ahora aconsejan guardar la calma y seguir con las medidas de protección complementarias a la vacunación, huyendo de generar alarmas innecesarias que puedan ser contraproducentes.