El día de ayer, el periódico Universal publicó una columna donde el Director de Materiales Educativos, Marx Arriaga expresó “leer por goce, acto de consumo capitalista”.
Esta frase causó muchas opiniones en las redes sociales; muchos se decían así mismos capitalistas por leer; otros, comparaban esta frase con la forma de pensar y los resultados del actual Gobierno; pero en realidad, ¿qué trato de expresar Marx Arriaga?
Lo que sucedió es que la Unión Nacional de Padres de Familia y Suma por la Educación presentaron ampraros porque Marx incluyo ideología de la Cuarta Transformación en los libros de texto gratuitos; esto fue lo que generó la multicitada frase.
Según una fuente en internet dice que la India, Tailandia y China son los países donde la población lee 9 horas a la semana; en América Latina, Venezuela es el país que más tiempo dedica a la lectura con 6 horas semanales y donde México solo le dedica 5.5 horas semanales.
Leer es básico para estudiar, para distraerse, para imaginar, para pensar, para crear, para diferenciar, para comparar, para conocer y prácticamente para todo.
Pero creo, que la expresión de Marx trato de ofender y de expresar que hay gente capitalista que solo compra y lee libros por gusto; y que lo demuestra a través de sus bibliotecas personales.
No estoy de acuerdo y mucho menos si Marx tiene un título de doctorado en la Universidad Complutense de Madrid; de que tiene un sin fin de libros, seguro los tiene; quizá sin un fin capitalista, pero acaso, ¿ser capitalista del conocimiento está mal?
Frases como estas pueden confundir a la niñez y a los jóvenes; una persona debe fomentar la lectura a todas las nuevas generaciones; si algo se ha detectado en México, es que la gente NO LEE.
Quizá muchos sean de la vieja guardia, pero el aroma del libro nuevo o viejo y la sensación del papel, es parte del amor por la lectura; hay nuevas generaciones que, por muchas razones, consideran anticuado acomodar libros en una repisa, pero prefieren acomodarlos de manera electrónica en sus celulares o tabletas.
Un libro de texto gratuito debe contener toda la información básica e imparcial para que despierte el ánimo del conocimiento de la niñez; debe contener información para su desarrollo personal, emocional y educativo; NO PODEMOS INTERFERIR EN LA GENERACIÓN DE IDEAS Y SUEÑOS DE NUESTRA NIÑEZ.
Al respecto Jaime Torres Bodet decía “el verdadero escritor no se concibe sin la conciencia de una responsabilidad insobornable; la responsabilidad de su libertad”; vaya palabra compuesta “RESPONSABILIDAD INSOBORNABLE”, quizá a muchos les pueda ganar un poco el entusiasmo para redactar sus creencias en los libros de texto gratuitos; pero sí creo que hay muchos que no caen ante tal tentación.
Y por qué no caen; no caen porque saben que en ellos está la gran virtud de generar el interés, duda e imaginación a las nuevas generaciones; entender que con la lectura de diversas ideas empieza la conciencia propia.
La CONCIENCIA PROPIA, algo que solo podemos generar con vivencias y con aprendizaje a través de la lectura; a través de ella, todos podemos ver, analizar y concluir cosas totalmente distintas a los demás; es ahí donde está nuestra IDENTIDAD.
La identidad es la que nos llevará a la toma de decisiones; no debemos generar ideas fuera del contexto que pueda agraviar el interés de la lectura.
Una maestra me dijo alguna vez “la lectura es la puerta del conocimiento”; y sí tuvieron que pasar algunos años para comprenderlo.
Además, y para concluir siempre recordaré a mi madre cuando me recuerda esta frase que una vez le dije “eres feliz viéndome en los libros, se me va a ir mi juventud”; la realidad es que nunca la perdí, pero si gané una ambición capitalista por conocer y solucionar.
Mario Zapata Barajas