- Mientras se realizaba la inauguración de los Juegos Olímpicos, ciudadanos japoneses marcharon hacia el Estadio Nacional en protesta.
La población nipona rechaza la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, lo cual representa un porcentaje que ronda el 50% pese a las medidas del Comité Organizador y del gobierno japonés.
Una encuesta reveló que más de 80% de los japoneses no quería que los Juegos Olímpicos se desarrollaran en Tokio. Entre los motivos, los nipones dijeron temer que los deportistas extranjeros pudieran esparcir aún más el virus.
Hoy, en pleno día inaugural de la justa deportiva, cientos de japoneses llegados de todo el país y organizados en grupos también tomaron las inmediaciones del ayuntamiento de Tokio en protesta por los Juegos Olímpicos.
“Cancelen las Olimpiadas”, gritaban subidos en tarimas o furgonetas y rodeados de policías impasibles.
El acceso al ayuntamiento, vallado, impedía ver la llegada de la antorcha, un símbolo que ha recorrido el archipiélago durante cuatro meses casi a escondidas.
Otro símbolo, el de los anillos olímpicos, también está tachado en las pancartas de los manifestantes, que afirman convencidos “no miraremos al cielo”, en lo que se refiere a ver el inminente paso del escuadrón aéreo.
“Ya estábamos en contra del evento cuando se anunció en 2013, pero ahora con la pandemia se confirmaron nuestras denuncias”, afirmó una joven tokiota de 24 años que prefiere mantenerse en el anonimato por posibles represalias policiales.
Además de la mascarilla, viste casco protector y unas gafas de sol opacas porque no quiere que su rostro pueda ser rastreado por la policía nipona.
La joven pertenece a la Federación Japonesa de Asociaciones Estudiantiles, una organización de izquierdas fundada en 1948.
“Con el coronavirus han salido a la luz problemas de Japón como la pobreza, el estancamiento económico o la situación de las mujeres. Las grandes empresas sólo buscan el beneficio, este evento es un ejemplo”, afirmó la estudiante.
Poco antes de la apertura de los Juegos, marcharon por las calles y se apostaron al frente del Estadio Olímpico para “tratar de burlar a la policía” y mostrar su oposición.
Para este día llegaron jóvenes de todo el país: Kioto, Okinawa y Hiroshima, entre otras ciudades.
Uno de ellos es el joven Soma, de 24 años, quien la semana pasada participó en las manifestaciones en contra de la llegada del presidente del Comité Internacional, Thomas Bach, a Hiroshima.
También está generando descontento entre los ciudadanos la visita a Japón del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, quien acudió este viernes a la ciudad nipona de Hiroshima con la intención de dar inicio a la tregua olímpica que aboga por la paz mundial durante la celebración de los Juegos.
Bach, que ha protagonizado una sucesión de declaraciones desafortunadas desde su llegada a Japón la semana pasada, tampoco ha sido bien recibido en Hiroshima, sobre todo entre los supervivientes de la bomba atómica lanzada sobre esa ciudad al final de la II Guerra Mundial.
Un grupo de ciudadanos contrarios a la visita del máximo representante del COI ha logrado reunir unas 70,000 firmas a través de una petición online que señala que la celebración de los Juegos en plena pandemia será un “desprecio para la salud y la vida de las personas” y no “un festival de paz”.
Otro colectivo ciudadano presentó una queja a las autoridades de la ciudad y al gobierno prefectural mostrando oposición a esta visita, argumentando que el COI se aprovecha de los esfuerzos de Hiroshima para promover la paz mundial y se “deshonra” a los supervivientes del primer ataque nuclear de la historia.
“No lo queríamos en Hiroshima. ¿Por qué tiene que usar el símbolo de paz de nuestra ciudad para las Olimpiadas en este momento?”, comentó el joven, que llegó ayer a la capital para marchar junto a otros cientos hacia el Estadio Nacional, donde se celebró la inauguración.
Los contagios están al alza en la metrópolis tokiota pese a que el pasado lunes entró en vigor un nuevo estado de emergencia sanitaria en la región, una medida que conlleva sobre todo el recorte de horarios para bares y restaurantes, y la prohibición de que vendan bebidas alcohólicas.
Estas restricciones no se aplican de forma estricta en la capital —son numerosos los negocios que se las saltan— y no han bastado para frenar el avance del virus en una región donde la mayoría de nuevos contagios afectan a persones menores de 40 años.
La vacunación, además, avanza con lentitud, con un 20% de la población inoculada con la pauta completa. Además, con el 54 % de los mayores de 65 años inmunizados, el gobierno está lejos de alcanzar su meta de tener plenamente vacunado a este colectivo para el inicio de los Juegos.
El primer ministro nipón, Yoshihide Suga, volvió a afirmar hoy que el gobierno “tomará medidas firmes para frenar los contagios y proteger las vidas de los ciudadanos”, y reiteró su compromiso de “celebrar unos Juegos seguros”.
Suga recordó que los Juegos se desarrollarán entre restricciones sin precedentes, que incluyen realizar varios test a la llegada a Japón de todos los participantes extranjeros, la férrea restricción de sus movimientos en el país y una estrecha vigilancia de los mismos.
Con información de Forbes