Después de haber conseguido recuperar con éxito muestras del lejano asteroide Bennu, la sonda Osiris-REx de la NASA ha comenzado ya su viaje de vuelta a casa, después de que completase con éxito su maniobra de despegue durante la pasada madrugada.
Si todo va bien, la sonda regresará a la Tierra con las primeras muestras de material prístino recogido de un asteroide por la NASA. Estos trozos obtenidos de la superficie de Bennu nos permitirán abrir una ventana al pasado hasta los orígenes del sistema solar, y nos ayudarán a entender mejor cómo ha sido su evolución.
El camino de vuelta será largo. La nave espacial todavía tiene que completar dos órbitas alrededor del Sol y en total hará más de 2250 millones de kilómetros en su expedición de regreso.
La NASA solo piensa utilizar el 25% de las muestras obtenidas del asteriode, ya que el 75% restante se almacenará para que los científicos del futuro puedan hacer uso de ellas.
“Quiero asegurarme de que proporciono a todos los futuros científicos las mejores herramientas que pueda, de forma que puedan utilizar las muestras de la mejor manera posible.
Esa es una de las cosas que hace un científico: ayudar a que se haga más ciencia de la que se puede conseguir personalmente” afirmaba Jason Dworkin, el encargado de coordinar a los ingenieros que han diseñado la sonda Osiris-REx y al equipo de científicos que analizará las muestras en la Tierra.
Se espera que la cápsula con las muestras obtenidas por la Osiris-REx llegue a la Tierra en 2023, donde aterrizará sobre Utah el día 24 de septiembre.