En los primeros ocho meses de 2020 hubo 645 feminicidios y en el mismo periodo en 2015 fueron 263, lo que supone un aumento de 145% en los últimos seis años de acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Desde años atrás se incrementa el nivel de los feminicidios y en los dos primeros de este gobierno la tendencia ha seguido para convertirse en los años con el mayor número en la historia reciente del país.
De enero a agosto de 2019 hubo 631, contra 581 en 2018, y 645 en 2020 como ya se dijo. El presidente López Obrador a pesar de la contundencia de los datos niega esta realidad e incluso ha llegado a decir que no existe este problema.
La gran mayoría de las víctimas son mujeres entre los 16 y los 31 años que estudiaban o ya habían concluido sus estudios, algunas la universidad, tenían un trabajo o eran amas de casa.
En el marco de la pandemia ha crecido la violencia contra las mujeres al interior de los hogares y también el feminicidio como lo señalan distintas investigaciones que el gobierno relativiza o niega.
Ante la dimensión del problema a lo largo de 2020, pese al Covid-19, han aumentado las movilizaciones de las mujeres que reclaman a las autoridades el diseño y la aplicación de políticas públicas, para prevenir la violencia de género, los feminicidios y la aplicación de la justicia.
Las y los especialistas plantean que el actual gobierno no ha sido capaz de diseñar y operar una estrategia, para hacer frente al problema. Y sostienen que los feminicidios, las desapariciones y la violencia familiar van en aumento.
Esto por la falta de voluntad política de las autoridades que se traduce, entre otras cosas, en reducción de presupuestos y de personal especializado para hacer frente al problema.
Las y los especialistas ven no solo descuido de las actuales autoridades sino claros retrocesos y deterioro en las acciones destinadas a erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas.
En su versión el presidente “banaliza la violencia contra las mujeres, trata de minimizar las situaciones relacionadas con esta agresividad, así como los datos de feminicidio”.
Y añaden que es evidente que “la violencia de género no está dentro de las prioridades del gobierno federal y eso es muy preocupante”.
No hay nada que señale habrá de darse un cambio en la manera como el gobierno, de manera particular es presidente, enfrentan los muy graves problemas del feminicidio, las desapariciones y la violencia de género.
Ante esta realidad lo que se debe esperar es que el número de los casos aumente en 2021 y los años que le quedan a la actual administración. Se requiere, es urgente, un cambio de la política en esta materia.
Twitter: @RubenAguilar