A más de una semana, grupos afines al partido del expresidente Evo Morales, organizaron por lo menos 80 puntos de bloqueo en diferentes vías del país, demandando que se defina una fecha definitiva para las elecciones presidenciales.
Dicha situación ha originado problemas con los hospitales del país, pues el bloqueo de las carreteras no permite el paso de los camiones que trasportan los insumos médicos, pero principalmente, oxígeno para tratar a los pacientes internados por COVID-19, lo que ha obligado al gobierno administrado por Jeanine Áñez, a habilitar puentes aéreos.
Con la intención de consumir la vía del diálogo, Yerko Núñez, ministro de la Presidencia declaró “No nos vamos a prestar a esa maniobra de tratar de escalar en un conflicto jugando con la vida de los bolivianos, el mejor camino es el de la paz y el diálogo”.
Sin embargo, los reclamos por parte del personal de salud no han cesado “Nos quedamos sin oxígeno, los pacientes se mueren, solo tenemos reservas hasta la media noche”.
Como respuesta, los manifestantes han recalcado que “En este momento están pasando las cisternas a La Paz, desde aquí del trópico nosotros siempre sentimos por la salud y estamos velando por la salud, dando espacio, desbloqueando”.
Por otra parte, Luis Barvery, presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia aseguró que “La incertidumbre, el sufrimiento y la paciencia de la ciudadanía está llegando al límite”.