La vida 1.5 consiste en disminuir al mínimo nuestra huella de carbono. Esto implica cambiar gradualmente nuestros hábitos de consumo, de alimentación y de movilidad. Aunque el cambio puede ser gradual, más vale que nos demos prisa porque ya tenemos el tiempo encima.
Se estima que las actividades humanas han causado un calentamiento global de aproximadamente 1.0 °C (grados celsius). De seguir aumentando al ritmo actual de vida, es probable que el calentamiento global llegue a los 2,0 °C entre el 2030 y el 2052.
El objetivo más ambicioso del mundo en materia de calentamiento global (pactado en el Acuerdo de París contra el cambio climático, en 2015) es mantener la temperatura de la Tierra por debajo del 1.5, ya que de superarlo por medio grado el Ártico se derretirá en verano y ocurriría la muerte total de los arrecifes y corales marinos.
Se prevé que si el calentamiento global se limita a 1.5 °C en lugar de 2 °C se reducirán los incrementos de la temperatura en los océanos, el aumento vinculado de su acidez y el descenso en su nivel de oxígeno. Por consiguiente, si el calentamiento global se limita a 1.5 °C, se prevé que los riesgos sean menores para la biodiversidad, la pesca y los ecosistemas marinos, así como las funciones y servicios que estos prestan a los seres humanos, como lo ilustran los cambios recientes en los ecosistemas de hielo marino del Ártico y de los arrecifes de coral de aguas cálidas, de acuerdo con el reporte del Grupo Intergubernamental de expertos sobre el cambio climático.
Pero a menos que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero caigan un 7.6% cada año entre 2020 y 2030, el mundo no alcanzará el objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5° C por encima de los niveles preindustriales establecido en el Acuerdo de París, como alertó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en 2018.
Tener una vida 1.5 es una acción mundial que plantea la urgencia de transformar nuestra vida cotidiana en distintos aspectos a fin de contribuir con la meta mundial de no superar esa temperatura del planeta.
1.- Consume local
Los productos que adquirimos en mercados locales, hechos en casa o directamente de productoras y productores, provienen de cadenas de producción menos contaminantes, ya que requieren menos insumos para su transportación y elaboración, se usan técnicas sostenibles para no dañar el entorno que se habita y constituyen el bastión de la economía familiar.
Por el contrario, las grandes industrias y corporaciones tienden a mantener procesos de producción altamente contaminantes, con una importante concentración y sobreexplotación de los bienes naturales. Esto aplica para la ropa y el calzado, con una industria textil que produce 8% de los gases de efecto invernadero, pero también con los alimentos. Apoya la economía local y el acceso a alimentos sanos.
2. Libérate del plástico
Los gases de efecto invernadero que aceleran el calentamiento global también provienen del plástico. Cuando los plásticos se descomponen, emiten metano y etileno, dos potentes gases de efecto invernadero. Las emisiones ocurren cuando los materiales plásticos están expuestos a la radiación solar ambiental, ya sea en el agua o en el aire, pero en el aire, las tasas de emisión son mucho más altas, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
En México se producen 7 millones de toneladas de plástico al año, 48% de las cuales se utiliza para la producción de envases y embalajes de un solo uso, es decir, que se utilizarán únicamente por un par de minutos o un par de veces y serán desechados. Muchos de ellos son reciclables, pero no necesariamente serán reciclados, dado que la capacidad real de reciclaje en México del total de los residuos valorizables llega apenas al 6.07%, según datos obtenidos por Greenpeace.
3. Disminuye tu consumo de carne
La huella de gases de efecto invernadero de los productos ganaderos es aproximadamente 10 a 100 veces mayor que la de los alimentos de origen vegetal. Si optamos por más productos cárnicos contribuiremos a las emisiones generadas por esta industria que hasta el día de hoy representan 14.5% de todas las emisiones globales de GEI. Si no hacemos nada, para 2050 los GEI del sistema alimentario representarán más de la mitad de las emisiones globales totales asociadas con las actividades humanas.
4.- Muévete en bici
Menos del 30% de la población se traslada en vehículos privados, sin embargo, 70% de los contaminantes del aire provienen de la combustión de estos vehículos. La ineficiente oferta de transporte público en nuestras ciudades propicia que mucha gente prefiera comprar un automóvil para trasladarse, por eso es necesario exigir alternativas de transporte público cero emisiones y más infraestructura para las otras formas de movilidad. Urge transformar nuestra ciudad en una ciudad más disfrutable, amable y sana.
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