Esta semana terminé los dos cursos que imparto en la Universidad Iberoamericana. En la carrera de Ciencia Política doy Sociedad civil y grupos de interés y en la de Comunicación, Comunicación gubernamental.
Una de las alumnas en su reflexión final sobre el curso ha llamado a estas semanas el Zoomestre. Los profesores y los alumnos tuvimos que cambiar la manera de abordar las clases a partir de la suspensión de éstas en el espacio físico de la universidad.
En mi caso, para seguir dando las clases utilicé el chat en Whatsapp y las sesiones en Zoom. Los dos mecanismos de entrada permitieron una relación más horizontal y diría también que más cercana.
Me conectaba desde mi estudio y las y los alumnos de diversos lugares de sus casas; la sala, el comedor, el jardín y también sus cuartos. La vestimenta era más informal y relajada.
Las exigencias escolares planteadas al inicio del curso nunca cambiaron, pero sí la forma de dar y recibir las clases. Muchos otros profesores y alumnos han vivido lo mismo en este Zoomestre.
Comparto algunos comentarios de las y los alumnos, que tienen entre 21 y 23 años, sobre esta experiencia inédita. Es un elemento más, entre otros muchos, que pone de relieve los cambios de hábitos provocados por la pandemia y el papel de las nuevas tecnologías. Son citas textuales:
“A pesar de que la modalidad presencial se suspendió, no sentí que dejara de aprender por ya no estar en el salón. Discutiendo los artículos y noticias vía Whatsapp, conectándonos por Zoom y seguimos el curso (…)”
“El Covid-19 llegó y puso en pausa esta dinámica de grupo (clases presenciales) lo cual me entristeció mucho para ser honesta. No esperaba terminar el semestre de esta forma. Sin duda fue mucho más difícil seguirles el ritmo a las lecturas, los reportes (…) porque para mí era mucho más difícil concentrarme en mi casa”.
“Aunque el Covid-19 nos obligó a cambiar de un día para otro la forma en la que se hacen las cosas me parece que la universidad logró manejarlo bien”.
“El aprendizaje en línea (…) me ha obligado a ser todavía más estructurada y disciplinada, y ser más participativa en clase para mantener siempre arriba mis niveles de interés. Creo que para que esta modalidad se lleve a cabo con éxito es necesario que las dos partes pongan más esfuerzo”.
“Desafortunadamente el Covid-19 impidió que continuáramos al curso cómo lo veníamos haciendo de manera presencial, afortunadamente existen otras maneras de poder seguir aprendiendo”.
“A pesar de la pandemia el curso fue muy fructífero, ya que se mantuvo la comunicación gracias a los diferentes artefactos que la tecnología nos ofrece”.
“Sin embargo desgraciadamente por el Covid-19 en marzo mis compañeros y yo tuvimos que dejar de asistir al curso de manera presencial y nos vimos forzados a terminar el semestre en línea (…) que se llevó de manera exitosa y enriquecedora (…)”.
Twitter: @RubenAguilar