En el marco de la celebración de su primer año de gobierno, el presidente López Obrador informó que su gobierno no aceptó la propuesta estadunidense de imponer inspectores para revisar si las empresas mexicanas cumplen los compromisos laborales adquiridos en el tratado, cuestión que también rechazó la iniciativa privada para cerrar el ¨Tratado entre México, Estados Unidos y Canadᨠ(T-MEC).
Como antecedente, el gobierno mexicano propuso a EEUU la implementación de paneles en caso de que haya controversias laborales en alguna empresa, en donde participarían representantes mexicanos, estadounidenses y un tercero, a través del cual se determinaría si se cumplió o no con la norma.
Durante las negociaciones del T-MEC, México aceptó hacer cambios en su reforma laboral, porque causalmente coincidía con las peticiones de los trabajadores, así que el Senado mexicano lo aprobó el 19 de junio y se hicieron las reformas constitucionales para atender las exigencias estadunidenses en materia laboral para crear con ello una democracia sindical, mejorar las condiciones de trabajo y nivelar los salarios.
Sin embargo en las conversaciones de esta semana, Washington se endureció exigiendo cambios al T-MEC inaceptables para México, mismos que de llevarse a cabo, podrían causar afectaciones severas en la competitividad de México y de sus socios en América del Norte.
Lo propuesto por EEUU, básicamente pretende afectar las cadenas de suministro creadas en la región en los últimos 25 años, impactando directamente la economía de la región y la cooperación tripartita.
Espero que este año se cierre con la firma de este importante tratado comercial, pero sin caer en las presiones de nuestro vecino del norte y sin afectar a nuestro país.
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