Toluca, Estado de México.- La desnutrición y la obesidad constituyen retos de salud pública, que se deben enfrentar con decisión, prontitud y corresponsabilidad, afirmó la diputada del PRI Brenda Aguilar Zamora, al fijar posicionamiento con motivo del Día Mundial de la Alimentación, proclamado el 16 de octubre de 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En tribuna, la legisladora señaló que “es necesario hacer conciencia en la población sobre cómo producir alimentos, cómo conservarlos, cuánto y cómo consumirlos; así como conocer sus nutrientes fundamentales y reconocer la importancia de las escuelas y universidades agropecuarias e impulsar mayores inversiones en ellas”.
Destacó que de acuerdo con datos de la FAO, cada año en el mundo se producen el doble de alimentos necesarios para los más de 7 mil 300 millones de personas que lo habitan, “sin embargo, aun así existen cerca de 800 millones que no tienen acceso a la alimentación”.
Dijo que pese a los esfuerzos realizados por los estados, para combatir los problemas alimentarios cada nación tiene singularidades que dificultan la producción agrícola, la cooperación económica y técnica, la participación de las poblaciones rurales, entre otras.
En ese sentido, pidió considerar, que cada año se pierde o desperdicia un tercio del total de la comida que se produce; y que el cambio climático también es una causa importante generadora de hambre, pues el clima extremo afecta la agricultura y en consecuencia la calidad de los productos.
Aguilar Zamora, explicó que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad el mundo no sólo enfrenta problemas de desnutrición; sino también de manera paralela hace frente a la alimentación excesiva.
“Una proporción igual o mayor a la población con problemas de hambre y desnutrición, tiene problemas de sobrepeso y obesidad. Situación que no sólo genera riesgos considerables para la salud; sino también, complejos problemas para las naciones”.
Hizo un llamado para buscar alternativas locales y regionales que permitan minimizar la pulverización de las parcelas productivas, incrementar el riego, eficientar el uso de maquinaria agrícola y contribuir al intercambio de las mejores prácticas en el campo.
“Juntos, sociedad y gobierno, busquemos soluciones integrales que contribuyan al bienestar de los mexiquenses” finalizó.
