Ciudad de México, México.- El mundo laboral está en permanente cambio; en la actualidad, factores como avances tecnológicos, incremento en la esperanza de vida de la población, el cambio climático y la globalización, además de problemas estructurales como la informalidad, desigualdad, pobreza y baja productividad, marcan la agenda del presente y futuro del trabajo, así lo afirma la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el informe Mujeres en el mundo del trabajo. Retos pendientes hacia una efectiva equidad en América Latina y el Caribe.
Este documento de la OIT, que forma parte de la colección Panorama Temático Laboral, si bien identifica la permanencia de la brecha de género en salarios, también precisa que el ingreso de las mujeres por cada hora trabajada es 17% menor al de los hombres y que la tasa de su participación laboral es de 50.3%, es decir, 25 puntos por debajo de la de los hombres, que es de 75%.
Frente a este panorama regional, la OIT integra una serie de recomendaciones que contribuyen a orientar el debate y las acciones de los actores involucrados, entre los que destacan gobiernos, empleadores, trabajadores y otros miembros de la sociedad, con la finalidad de generar mejores y más equitativos espacios para hombres y mujeres. GINgroup, empresa mexicana con más de 38 años de experiencia en administración integral de talento humano, coincide plenamente con ello y hace un llamado para trabajar cuanto antes en las principales causas que generan la brecha de género en el empleo.
Es sumamente revelador que gran aparte de las limitaciones para que las mujeres progresen radica en los hogares, ya que el reparto para realizar las labores domésticas aún es “abrumadoramente desigual”, dado que las mujeres realizan 80% de las tareas del hogar. En caso de México, es importante señalar que es de los países que tienen un mayor desequilibrio en la realización de las tareas domésticas, ya que destaca por ser en el que se destina más tiempo a los quehaceres domésticos y cuidados no remunerados con 88.7 horas promedio a la semana, muy lejos de Brasil, que es la nación en la que se dedica menos horas, con 35.4 promedio a la semana.
Parte de las recomendaciones para reducir la brecha laboral son: fomentar el aprendizaje a lo largo de la vida para cerrar la brecha entre la oferta y demanda, incentivar el estudio en las carreras relacionadas con ciencia, tecnología, Ingeniería y matemáticas, y revisar la flexibilidad en el lugar de trabajo, entre otras.
Finalmente, sintetiza como factores no observables detrás de la brecha salarial de género y el tratamiento diferenciado con respecto a las mujeres en América Latina a tres grandes grupos que se retroalimentan:
- Los estereotipos: presencia de diversos tipos de sesgos cognitivos y discriminación.
- Los comportamientos: aspiraciones, habilidades de negociación y aversión al riesgo.
- Las normas sociales: división sexual del trabajo y nuevos.