Oferta energética busca diversificar suministro mexicano
Rusia ofrece gas natural licuado y tecnología energética a México como parte de una propuesta para establecer nuevas vías de cooperación en el sector. Este anuncio se dio a conocer a través de la cuenta oficial en X (antes Twitter) de la Embajada de Rusia en México, donde el ministro de Energía ruso, Serguéi Tsiviliov, aseguró que su país está “listo” para suministrar gas natural licuado (GNL) y compartir conocimientos técnicos a lo largo de toda la cadena productiva.
La iniciativa incluye transferencia tecnológica en procesos de extracción, transporte y distribución de gas, así como en métodos avanzados para la explotación de petróleo en condiciones geológicas complejas. También contempla mejoras en la eficiencia del procesamiento del crudo, lo cual podría representar una alternativa estratégica para México.
Relación energética en un contexto geopolítico complejo
Actualmente, México depende en gran medida del gas natural importado desde Estados Unidos. Según datos recientes de Fitch Ratings, aproximadamente el 70 % del gas natural que consume el país proviene de su vecino del norte. Esta situación, aunque eficiente desde el punto de vista logístico por la infraestructura existente, ha generado preocupación sobre la vulnerabilidad del suministro ante posibles tensiones políticas o comerciales.
Por ello, la oferta rusa surge en un momento clave. El ministro Tsiviliov también invitó a empresas mexicanas a establecer vínculos con compañías rusas dedicadas a la generación y transporte de energía eléctrica. Según sus declaraciones, la colaboración podría garantizar energía para “cada localidad, vivienda y empresa”.
No obstante, la viabilidad de esta propuesta enfrenta múltiples retos. A pesar de las ventajas técnicas que Rusia podría aportar, existen consideraciones diplomáticas importantes. Las sanciones internacionales impuestas al gobierno ruso tras su intervención en Ucrania podrían complicar cualquier acuerdo bilateral en materia energética. Además, México no ha emitido aún una postura oficial sobre esta propuesta.
Alternativa energética con desafíos
Mientras tanto, el panorama energético de México sigue siendo dependiente y con una producción nacional limitada. En este contexto, la posible colaboración con Rusia se presenta como una vía para diversificar el suministro, aunque no exenta de incertidumbre. Las decisiones futuras del gobierno mexicano determinarán si esta oferta se convierte en una alianza estratégica o si queda en una intención no concretada.