Atentado en Siria: hombre inmolado en iglesia de San Elías, Damasco deja fallecidos y heridos.
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¿Qué ocurrió en la Iglesia de San Elías, Damasco?
Un atentado suicida sacudió este domingo la Iglesia de San Elías en el barrio de Duweila, en el centro de Damasco, Siria durante la celebración de una misa. El agresor ingresó al templo, abrió fuego contra los presentes y posteriormente se detonó con un chaleco explosivo, según confirmó el Ministerio de Sanidad sirio.
Las autoridades reportaron al menos 20 personas fallecidas y más de 50 heridas, en su mayoría pertenecientes a la comunidad cristiana ortodoxa griega, que se encontraba reunida en el recinto religioso. El atentado, atribuido al grupo Estado Islámico (EI), marca el primero de este tipo en varios años dentro de la capital siria.
¿Quiénes se responsabilizan y cómo han reaccionado?
El Estado Islámico no tardó en adjudicarse el ataque a través de canales vinculados al grupo. Este nuevo atentado ha encendido las alertas sobre una reconfiguración de células yihadistas en Siria, particularmente en el sur de la capital, donde ya se habían reportado movimientos sospechosos.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, reportó un balance de 19 víctimas mortales y denunció que en repetidas ocasiones advirtió sobre la presencia de extremistas en esa zona sin que se tomaran medidas de seguridad adecuadas. Su director, Rami Abdelrahman, reiteró la urgencia de una operación de contención, asegurando que “hay decenas de suicidas del Estado Islámico en el sur de Damasco”.
Por su parte, la Gobernación de Damasco expresó una enérgica condena al ataque, calificándolo como un acto “cobarde” y reafirmó su compromiso de reforzar las medidas de seguridad en lugares de culto y zonas residenciales.
¿Impacto emocional y simbólico para las víctimas?
Este acto de violencia ocurre en un contexto donde varios analistas ya habían advertido que el Estado Islámico ha recuperado capacidad operativa, incluso tras perder territorio. La elección del blanco, una iglesia en día santo, sugiere un intento de causar máximo impacto emocional y simbólico, afectando a una de las minorías religiosas históricas del país.
Asimismo, el atentado pone en evidencia las fallas en inteligencia y vigilancia en zonas sensibles, lo cual podría agravar la inseguridad regional y el temor entre comunidades vulnerables.
Mientras las autoridades inician las investigaciones para identificar a posibles cómplices, equipos forenses y de seguridad trabajan en la recolección de pruebas en el lugar del ataque. La comunidad internacional ha comenzado a expresar mensajes de solidaridad y llamados urgentes para evitar una nueva ola de violencia sectaria.
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