SIN ENCUENTRO ENTRE MANDATARIOS DE MÉXICO Y LOS EE. UU. DURANTE EL G-7 PERO CON UNA LLAMADA A DECIR EN BUENOS TÉRMINOS.

Pedro Alvirde Columnista

Por: PEDRO ALVIRDE GARCÍA

En un momento crucial para las circunstancias internacionales, donde se esperaba un encuentro importante entre los mandatarios de México y Estados Unidos, lamentablemente este no se llevó a cabo debido a una emergencia de seguridad nacional en EE. UU. y al conflicto en Medio Oriente. Diversos medios y análisis periodísticos han hecho referencia a esta situación, en algunos casos con un tono de burla hacia la mandataria mexicana. Sin embargo, recordemos, sin intención de defender a nadie, que fue el Presidente Trump quien abandonó la sede del encuentro del G-7.
Por otro lado, mediante redes sociales oficiales, la Presidenta de México comunicó que tuvo una “muy buena conversación telefónica con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien le informó que salió de emergencia por la situación en Medio Oriente. Coincidieron en trabajar juntos para llegar pronto a un acuerdo en diversos temas que hoy nos preocupan”. Esto demuestra que, a pesar de las circunstancias, existe un interés y preocupación mutua por resolver asuntos en común entre ambas naciones. Afortunadamente, las publicaciones del Presidente Trump también reflejan un tono positivo y de cooperación.

De esta llamada, es importante destacar que, por ahora, hay una tregua que permite avanzar y afinar estrategias de gobierno para una próxima reunión en la que se deberán presentar acuerdos y perspectivas claras para fortalecer la cooperación y las negociaciones bilaterales en un ambiente neutral y directo entre los mandatarios. Es un momento oportuno para que en México los responsables actúen y organicen planes que consideren las realidades y beneficios mutuos, sin perder de vista la importancia de mantener la relación comercial y social con Estados Unidos, que es uno de nuestros socios primordiales.

Por otra parte, en medio de la semana de intensas lluvias y alertas de inundaciones en el territorio nacional, es fundamental que las autoridades de protección civil, asentamientos humanos y desarrollo urbano trabajen de manera coordinada. Se requiere una revisión exhaustiva de zonas y límites en ríos, barrancas y áreas naturales protegidas, con el fin de evitar el crecimiento urbano en zonas irregulares, muchas de las cuales implican el robo de predios a la nación y en algunos casos se amparan en la figura de zonas ejidales. En situaciones extremas, sería necesario proceder con la demolición de construcciones para recuperar los cauces naturales de los ríos y evitar desbordamientos de agua pluvial.

En otro tema, la situación financiera de PEMEX sigue siendo crítica. Se ha descubierto una mini refinería en Veracruz, lo cual evidencia la incompetencia y la falta de control en el sector energético mexicano. La complicidad de las autoridades de seguridad pública, desde el Ejército y las Fuerzas Armadas hasta las autoridades locales, deja mucho que desear. La verdadera labor de inteligencia parece ser inexistente, y esto refleja una complicidad que va desde los niveles más bajos hasta los altos cargos del gobierno. Después de la inversión millonaria en Dos Bocas, que aún no refina, sería conveniente considerar modelos alternativos, como la implementación de mini refinerías legales y autorizadas, similares a la refinería ilegal descubierta, con participación público-privada.

En lugar de permitir que PEMEX siga siendo víctima de saqueos, podemos explorar opciones para producir combustible mediante mini refinerías o plantas de destilados de PET, siempre con inversión privada y pública. La historia reciente muestra que la operación de estas instalaciones ha estado marcada por corrupción y pérdidas económicas. Por ejemplo, en recientes operativos en la ruta México-Querétaro, se decomisaron solo 189 mil litros de Huachicol, lo cual indica que las redes ilegales operan con nexos muy fuertes. La lucha contra el Huachicol debe intensificarse para acabar con esta problemática que afecta a todo el país.

En conclusión, debemos trabajar con responsabilidad y decisión para transformar estas realidades y construir un México más seguro, eficiente y justo. ¡El cambio es posible si actuamos con compromiso y visión! Pero por sobre todas las cosas, honestidad y cero ilegalidad, es daño colateral que le causan a la Nación nos deja en ridículo ante el mundo, nos deja ver incapaces y cómplices de permitir y dejar de hacer, ya le robaron demasiado a Pemex, ya déjenla.

“Soy tan honesto que a veces duele, pero al menos no engaño a nadie… excepto a mí mismo, a veces.”


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