El legendario diamante que perteneció a la reina María Antonieta, figura icónica de la monarquía francesa, fue subastado en Nueva York por la casa Christie’s, alcanzando un precio final de 13.98 millones de dólares, muy por encima de las estimaciones iniciales. La joya, bautizada como Marie-Thérèse Pink, fue la estrella de la subasta “Magnificent Jewels”, realizada el pasado 17 de junio.
Con un peso de 10.38 quilates, este diamante de tonalidad púrpura-rosada, excepcional tanto por su origen como por su diseño, fue montado en un anillo firmado por el reconocido joyero JAR. Su historia, marcada por el esplendor y la tragedia de la Revolución Francesa, lo convierte en una pieza inigualable dentro del mundo de las joyas históricas.
Un testigo del fin de la monarquía
Procedente de los míticos yacimientos de Golconda, conocidos por producir algunas de las gemas más puras del mundo, el Marie-Thérèse Pink formó parte de las joyas reales confiscadas tras la caída de la monarquía. La pieza fue entregada a la hija de María Antonieta, María Teresa de Angulema, y posteriormente heredada por su sobrina, la duquesa de Chambord. A través de sucesivas generaciones, llegó finalmente a manos de María Teresa de Baviera, conservando su linaje aristocrático intacto.
Christie’s lo describió como “un testimonio tangible de la historia real”, resaltando no solo su exquisita manufactura y rareza, sino también su valor simbólico: un vínculo directo con una de las figuras más controversiales y fascinantes de la historia europea.
Símbolo del lujo y el legado
Además de su procedencia, el diamante fue presentado con su estuche original decorado en oro y plata, que incluye una insignia de la Orden Imperial Austriaca de 1868, elemento que reafirma su relación con la realeza europea y su paso por la corte de Viena.
Con esta venta récord, el Marie-Thérèse Pink no solo reafirma el poder del mercado de las joyas históricas, sino también el interés persistente por las reliquias asociadas a la aristocracia caída. La venta ha sido considerada un hito tanto por expertos en gemología como por coleccionistas de piezas con relevancia histórica.