Google sin culpa en México, ¿por qué Cofece tomó esa decisión?
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¿Qué resolvió la autoridad mexicana?
Después de casi cinco años de investigación, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) concluyó que Google México no incurrió en prácticas anticompetitivas dentro del mercado de publicidad digital. El caso, abierto en agosto de 2020, giraba en torno a una posible obligación de contratar paquetes combinados de publicidad en el buscador y en sitios de terceros.
Según la Cofece, no encontró evidencia suficiente para acreditar que Google forzara a sus clientes a aceptar condiciones desfavorables. Tras entrevistar a usuarios, analizar contratos y revisar el comportamiento de mercado, la autoridad decidió cerrar el expediente sin sanción.
Este fallo libera a la compañía tecnológica de una posible multa de hasta 8 % de sus ingresos en el país, una sanción que podría haber significado una cifra considerable debido a la magnitud de sus operaciones.
¿Cómo se compara con otros países?
La decisión en México contrasta con lo que ocurre en Estados Unidos, donde Google sí enfrenta cargos por prácticas monopólicas. Allá, el Departamento de Justicia determinó que la empresa abusa de su dominio tanto en el mercado de búsquedas en línea como en el de publicidad digital.
En los próximos meses, se espera un desenlace en los juicios estadounidenses. Uno de los escenarios más comentados es que Google se vea obligado a vender activos estratégicos, como el navegador Chrome o su plataforma de anuncios, lo cual podría provocar un largo proceso de apelaciones y extenderse hasta 2026.
Mientras tanto, en México, la compañía queda libre de cargos, al menos en esta investigación específica. Sin embargo, especialistas en competencia no descartan que la evolución del caso en Estados Unidos influya en futuras revisiones dentro del país.
¿Qué implicaciones tiene para el mercado mexicano?
El cierre del expediente deja claro que, por ahora, Google no enfrenta obstáculos regulatorios en el ámbito de la competencia en México. Esta resolución también indica que la publicidad digital en el país continuará operando sin modificaciones regulatorias inmediatas en torno a esta empresa.
No obstante, el contexto global podría generar presión indirecta sobre las autoridades mexicanas si los reguladores de otros países avanzan con medidas severas. Para los competidores y usuarios en México, el caso pone sobre la mesa una discusión abierta sobre la concentración de poder en el entorno digital y el impacto de los gigantes tecnológicos en los mercados locales.
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