DE LA SOBERBIA A LA VIOLENCIA

La guerra sin armas que debería ser el menos malo de los escenarios en política, sigue empeorando por cuenta de la violencia que nos tiene a expensas de una puja enfocada en la destrucción y el daño físico, ¡qué barbaridad!.

“Soberbios e incitadores”, así es como les vemos a la mayoría de nuestros autoproclamados líderes, esos que en lugar de buscar soluciones a través del diálogo y la negociación, promueven la masacre política, escondidos detrás de la trinchera ideológica que les acompaña y que poco les diferencia de sus opositores, el ego hace de las suyas en todas partes.

El lugar común: buscan imponer la voluntad de un grupo o individuo sobre otros a través de la fuerza y la intimidación, promueven el miedo, justifican el daño, se niegan al diálogo y lo peor, hablan de pacificación con discursos incendiarios, agresivos y cargados de locuasidad delirante.

La violencia política sigue dejando consecuencias devastadoras, además de la pérdida de vidas humanas, se destruyen infraestructuras, se generan desplazamientos migratorios, se deteriora la economía y lo peor, nos arrebatan la confianza de forma irrecuperable.

Matándose unos a otros, destruyen ilusiones, no se ocupan de buscar soluciones pacíficas y negociadas a los conflictos políticos, se amparan en buscar culpables, en señalar adversarios, en cautivar por medio de la imposición: en términos generales el voraz canibalismo es absurdo: les lleva a arrebatarse el poder y el dinero, mientras el ideario ya no tiene que ver con los fundamentos que dan lugar al voraz ataque entre unos y otros.

La izquierda, la derecha y el centro, terminan siendo incoherentes de manera igualitaria, se odian a muerte, no por política, si por poder.

Un gobierno inteligente, coherente, objetivo, responsable y sensato protege a sus adversarios, es y parece, no pisotea contrarios, se aparta de la verborrea, las alusiones delirantes, las comparaciones inocuas y las ganas de hablar cuando nadie les escucha.

 

Por FREDDY SERRANO DÍAZ

Estratega Político.


Las opiniones expresadas en este artículo son exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura editorial de Cadena Política. El contenido ha sido publicado con fines informativos y en ejercicio de la libertad de expresión.