Tecate, Baja California – La tarde del martes se reportó el asesinato de Luis Fernando Rouvroy, empresario inmobiliario y director general de Grupo CENTO, en un ataque armado ocurrido en la delegación Nueva Colonia Hindú, zona rural del municipio de Tecate. Rouvroy, de 30 años, también era hermano del ex candidato a la alcaldía, Paco Palani.
De acuerdo con fuentes extraoficiales, el homicidio podría estar relacionado con una disputa por tierras en la zona de Tanamá, donde semanas atrás se registró la muerte de Gerardo Arce, presuntamente involucrado en un conflicto con la familia Rouvroy. Aunque las autoridades no han confirmado una conexión directa entre ambos hechos, la tensión en la zona ha sido evidente.
Luis Fernando Rouvroy era considerado una figura emergente del sector inmobiliario en Baja California. Egresado de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), su liderazgo al frente de Grupo CENTO lo posicionó como un actor clave en el desarrollo urbano del estado. También formó parte de organizaciones empresariales donde promovía la legalidad, la innovación y el crecimiento económico.
El ataque se registró minutos después de la una de la tarde. Testigos relatan que Rouvroy circulaba a bordo de una camioneta Chevrolet Silverado blanca cuando fue interceptado por al menos dos vehículos. Los ocupantes abrieron fuego en múltiples ocasiones, acabando con su vida en el lugar.
Este acto violento se suma a una serie de eventos que evidencian la crisis de seguridad en la región, particularmente en áreas rurales como Nueva Colonia Hindú. La falta de coordinación entre los tres niveles de gobierno ha generado un ambiente propicio para la violencia, la impunidad y el crecimiento del huachicol, una actividad ilegal que sigue cobrando vidas.
El asesinato de Luis Fernando Rouvroy ha generado indignación entre ciudadanos, empresarios y líderes sociales, quienes demandan acciones urgentes por parte de las autoridades. Hasta el momento, ni la Fiscalía General del Estado ni autoridades municipales han emitido declaraciones oficiales sobre el caso.
Mientras tanto, el nombre de Rouvroy se suma a una larga lista de víctimas de la inseguridad en Baja California, y su muerte reabre el debate sobre la necesidad de implementar una estrategia de seguridad efectiva y sostenida en el estado.