Reconocimiento a su labor cultural y científica
El Museo Nacional de Antropología de México ganó el Premio Princesa de Asturias de la Concordia por su defensa y preservación del patrimonio antropológico de la humanidad. Este galardón, uno de los más importantes del ámbito cultural a nivel internacional, destacó el compromiso del museo con la investigación, la divulgación y la conservación de los elementos que conforman la historia humana.
Desde su fundación en 1940, el museo ha sido una pieza clave en la exploración de las raíces culturales del país y del continente americano. Surgió a partir del antiguo Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía del Castillo de Chapultepec, y se ha consolidado como un referente global en la antropología. Su colección, una de las más vastas del mundo, contiene cerca de 250,000 piezas, de las cuales se exhiben alrededor de 8,000 en sus salas.
Entre sus objetos más emblemáticos se encuentran la figura de Xochipilli, el dios mexica conocido como el Señor de las Flores; la máscara de jade y la lápida del emperador maya Pakal, halladas en Palenque; así como la máscara del dios Murciélago, ícono del arte zapoteco. Estas piezas no solo representan la riqueza cultural de Mesoamérica, sino también la dedicación de la institución a conservarlas y compartir su significado con el público.
Además del reconocimiento al museo, México celebra una doble participación en esta edición número 45 de los Premios Princesa de Asturias. La fotógrafa Graciela Iturbide fue galardonada con el premio de Artes, lo que resalta la presencia y el valor del arte mexicano en el panorama internacional. En la lista de premiados también figuran el filósofo surcoreano Byung-Chul Han, el escritor español Eduardo Mendoza, el sociólogo estadounidense Douglas Massey y la extenista Serena Williams.
La ceremonia oficial de entrega tendrá lugar en octubre, en la ciudad de Oviedo, España. Cada galardón incluye una dotación económica de 50,000 euros, además del reconocimiento institucional. Aún quedan por anunciarse los premios correspondientes a Investigación Científica y Cooperación Internacional.
Este premio refuerza el papel del Museo Nacional de Antropología como un espacio esencial para el estudio de las civilizaciones y el entendimiento entre culturas. A lo largo de las décadas, el museo no solo ha sido una vitrina del pasado, sino también una plataforma de reflexión sobre el presente y el futuro de la humanidad.