Toño Ochoa, el candidato ganador, comenzó su camino en la política con un respaldo contundente. Con cerca de 90 mil votos, su triunfo fue claro e inobjetable, lo que le da la base para promover una política basada en acuerdos, colaboración y apoyo mutuo, dejando de lado los colores partidistas.
Desde Durango, Ochoa se mostró dispuesto a continuar una ruta de unidad y reconciliación, enfatizando la importancia del diálogo y la construcción de puentes con todas las fuerzas políticas, incluso con aquellas que tienen visiones distintas.
“Es fundamental colaborar con el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. Aunque existan diferencias ideológicas y de pensamiento, lo prioritario es buscar el bienestar de Durango y de sus habitantes. Más que confrontaciones, necesitamos diálogo y respeto”, declaró el candidato.
El aliancista aseguró que el mensaje de los duranguenses quedó claro en las urnas, quienes participaron en un proceso electoral caracterizado por la paz y la civilidad.
En respuesta a los opositores que anunciaron la judicialización de la elección y solicitarán la nulidad ante tribunales, Ochoa se mostró firme y tranquilo. Ante la pregunta de si esto le preocupa, contestó: “¡No! Ellos tienen derecho a hacerlo, pero los duranguenses ya decidieron y hay una diferencia de más de 50 mil votos que los colocó en tercer lugar”.