PVEM: presentan iniciativa para proteger especies de semillas nativas en Edoméx
¿Por qué conservar la biodiversidad genética?
El coordinador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en el Estado de México, Pepe Couttolenc, hizo un llamado a reforzar las acciones que garanticen la preservación de especies endémicas y nativas en la región. De acuerdo con el legislador, cuidar estos recursos representa una medida clave para asegurar la diversidad genética y, por lo tanto, la estabilidad de los ecosistemas mexiquenses.
Couttolenc destacó que la pérdida de especies locales reduce la capacidad del entorno para resistir plagas, enfermedades y eventos climáticos extremos. En contraste, conservarlas permite fortalecer la resiliencia ambiental y asegurar la continuidad de prácticas agrícolas y ecológicas sostenibles.
Bajo esta visión, el PVEM impulsa la creación de un Banco de Semillas, como una herramienta estratégica para conservar, estudiar y utilizar especies vegetales que son propias del territorio mexiquense. Esta iniciativa busca evitar que las variedades nativas desaparezcan por el avance de cultivos comerciales o el abandono del campo.
¿Qué especies se deben proteger?
El Estado de México alberga una rica variedad de flora y fauna endémica, es decir, especies que solo existen en determinadas regiones del país y que, por ello, son especialmente vulnerables. Entre ellas destacan plantas medicinales, árboles frutales ancestrales y especies agrícolas tradicionales que forman parte del patrimonio cultural de muchas comunidades.
Además, el acelerado crecimiento urbano y el cambio de uso de suelo han puesto en riesgo hábitats naturales que antes garantizaban la reproducción y dispersión genética de estas especies. Por ello, desde el Congreso local se discuten alternativas para armonizar el desarrollo urbano con la conservación ambiental, priorizando las zonas con alto valor ecológico.
El Banco de Semillas, además de servir como reserva biológica, también permitirá a campesinos y productores acceder a variedades más resistentes al clima y plagas, sin depender de paquetes agrícolas industriales. Esto podría traducirse en mayor soberanía alimentaria y en prácticas de cultivo más sostenibles en el mediano plazo.
¿Qué impacto tendría esta medida?
La conservación de la biodiversidad genética no solo favorece al medio ambiente, sino que también fortalece la seguridad alimentaria y la salud pública. Especies vegetales nativas suelen estar mejor adaptadas a las condiciones locales, requieren menos agua y pesticidas, y conservan propiedades nutricionales valiosas.
De esta forma, iniciativas como el Banco de Semillas del PVEM buscan sentar las bases para una agricultura más resiliente, local y respetuosa con el entorno. La propuesta de Couttolenc responde a una preocupación global, pero también a una necesidad urgente en regiones donde el deterioro ambiental ya afecta a comunidades enteras.