Óxido nitroso: suena como algo técnico y lejano, pero su uso se ha vuelto alarmantemente común entre los jóvenes en Estados Unidos. Conocido como el “gas de la risa”, este compuesto químico ha pasado de ser una herramienta médica y culinaria a convertirse en una droga recreativa con consecuencias devastadoras. Y lo más inquietante: sigue siendo legal en la mayoría del país.
Gas de la risa: De anestesia a droga recreativa
Originalmente utilizado como anestésico en procedimientos dentales y como componente para hacer crema batida en la industria culinaria, el óxido nitroso ha ganado popularidad por sus efectos eufóricos inmediatos. En la última década, su uso se ha extendido gracias al auge del vapeo, generando lo que muchos especialistas describen como “una tormenta perfecta” para el abuso.
Durante la pandemia de COVID-19, el consumo recreativo se disparó. Jóvenes encerrados, con acceso fácil a tiendas de vapeo e internet, comenzaron a experimentar con este gas aparentemente inofensivo. Pero su uso frecuente y en altas dosis puede causar daño neurológico permanente, hipoxia cerebral e incluso la muerte.
El vacío legal que facilita el abuso del gas de la risa
Mientras que países como Reino Unido han prohibido el uso recreativo del óxido nitroso, en la mayoría de los estados de EE.UU. sigue siendo completamente legal si se comercializa con fines culinarios. Solo Luisiana ha prohibido su venta de forma total.
Empresas como Galaxy Gas promueven sus productos con nombres llamativos y envases coloridos, lo que, según expertos, facilita el acceso de los jóvenes. Las presentaciones más recientes incluyen sabores artificiales y envases con temáticas inspiradas en videojuegos y series, una estrategia claramente dirigida a públicos jóvenes.
Las cifras que encienden las alarmas
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El uso intencional de óxido nitroso aumentó 58% en los últimos dos años, según America’s Poison Centers.
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El número de muertes por envenenamiento con esta sustancia se duplicó entre 2019 y 2023, de acuerdo con los CDC.
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Se han documentado casos de parálisis, daño cerebral y deficiencia severa de vitamina B12 asociados a su uso prolongado.
¿Qué se necesita para frenar esta crisis?
Los especialistas coinciden en que el principal problema es la falta de regulación. A pesar de sus efectos peligrosos, el óxido nitroso sigue siendo fácilmente accesible, barato y legal. Su presentación en envases grandes y atractivos lo ha vuelto aún más popular, especialmente entre adolescentes.
Mientras tanto, las familias afectadas, como la de Meg y Marissa, claman por leyes más estrictas, campañas de concienciación y acciones contundentes contra las empresas que se benefician del vacío legal.
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