Transportistas, al borde de la quiebra por crisis operativa en aduana de Manzanillo

 

Retrasos aduanales paralizan operaciones logísticas en el Pacífico

La crisis operativa en la aduana de Manzanillo ha encendido las alarmas en la industria del transporte de carga. El Puerto de Manzanillo, considerado uno de los principales nodos logísticos del Pacífico mexicano, enfrenta una situación crítica que ya ha generado pérdidas millonarias y ha puesto a numerosas empresas transportistas al borde de la quiebra.

Desde mediados de mayo, el funcionamiento de la aduana comenzó a deteriorarse tras una serie de protestas laborales. Trabajadores denunciaron despidos injustificados, falta de personal y horarios inadecuados. Aunque las actividades se reanudaron parcialmente, las afectaciones continúan, sin mejoras sustanciales en el flujo de mercancías.

El presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), Miguel Ángel Martínez Millán, denunció que miles de contenedores siguen detenidos, con revisiones aduanales que superan las 72 horas por unidad. Además, los patios del puerto operan a máxima capacidad, sin condiciones dignas para los operadores que esperan en el lugar.

Por su parte, la firma SSA Marine México confirmó en un comunicado que la reactivación ha sido limitada. Indicó que durante las últimas dos semanas, el 45 % de los contenedores de importación no se han entregado, el 32 % de los de exportación no han podido ser embarcados y el 40 % de los contenedores vacíos tampoco han sido recibidos.

En este contexto, las terminales comienzan a saturarse. Las citas para inspección aduanal se han reducido, provocando más retrasos en el atraque de nuevos buques. Esto incrementa los costos logísticos, deteriora los tiempos de entrega y compromete la continuidad de las cadenas de suministro a nivel nacional.

Canacar lanzó un llamado urgente al gobierno federal, a las autoridades aduaneras y a los responsables portuarios y estatales para establecer una mesa de crisis. La organización exige soluciones inmediatas, efectivas y coordinadas que permitan restablecer el flujo logístico y evitar el colapso total de la operación portuaria.

Martínez Millán advirtió que muchas empresas ya enfrentan impagos con arrendadoras, aseguradoras, proveedores y empleados. “Estamos al borde de la quiebra. La situación es insostenible y pone en riesgo a toda la cadena productiva del país”, señaló.

La aduana de Manzanillo es la segunda en recaudación tributaria en México, solo detrás de la de Nuevo Laredo. Su correcto funcionamiento resulta crucial para el desarrollo económico nacional.

“México no puede permitirse que uno de sus principales puertos opere bajo condiciones de colapso”, concluyó el dirigente.