La cantante celebra ser finalmente dueña de toda su obra artística
Taylor Swift recupera su música tras una larga batalla legal y emocional que ha durado más de dos décadas. La estrella del pop confirmó a través de una emotiva carta y varias imágenes publicadas en sus redes sociales que ahora es oficialmente la propietaria de todos sus álbumes, videos, películas y canciones inéditas.
“Puedo decir estas palabras: toda la música que he creado ahora me pertenece”, escribió Swift en una carta cargada de emoción, en la que relata cómo este logro representa la culminación de una lucha personal y profesional que inició cuando firmó con Big Machine Records a los 15 años.
La intérprete de All Too Well explicó que la noticia la tomó por sorpresa y que desde entonces ha llorado “de alegría a intervalos aleatorios”, pues durante años llegó a pensar que este momento no llegaría nunca. “Después de 20 años de esperar a que me colgaran una zanahoria y luego me la arrebataran, esto ya es cosa del pasado”, confesó.
En 2019, Swift hizo público su desacuerdo con la compra de Big Machine Records por parte del empresario Scooter Braun, lo que le impidió controlar las grabaciones maestras de sus primeros seis álbumes. Como respuesta, la artista inició un ambicioso proceso de regrabación bajo el título “Taylor’s Version”, con el objetivo de recuperar el control creativo y comercial sobre su catálogo.
La artista celebra con sus fans la recuperación total de sus álbumes, videos y canciones inéditas, marcando un nuevo capítulo en su carrera.
“Todo lo que siempre he deseado era la oportunidad de trabajar lo suficiente para poder comprar mi música directamente”, expresó la cantante, agradeciendo especialmente al equipo legal que la acompañó y a sus seguidores, quienes respaldaron cada paso del proceso. “A mis fans: ustedes saben lo importante que esto ha sido para mí”, añadió.
Swift aseguró que todos los archivos relacionados con su carrera —desde videos musicales hasta recuerdos personales— le serán transferidos oficialmente a partir de la medianoche, una fecha que, según sus palabras, marcará el inicio de una nueva etapa artística con total libertad creativa.
Este anuncio representa un hito no solo para la artista, sino también para la industria musical, ya que reabre el debate sobre los derechos de los artistas sobre sus propias obras. La victoria de Swift podría inspirar a otros músicos a buscar mecanismos para recuperar la propiedad de su catálogo.