Por: Antero Carmona
Para la gente que vivimos en las ciudades, lejos de las zonas costeras o del mar, resulta difícil de creer y no prestamos la atención adecuada a problemas que nos atañen a todos, sobre todo, cuando hablamos de contaminación, de forma específica de los océanos y de las playas, pensamos que no es problema de nosotros, que es un conflicto que compete a los gobiernos y comunidades de esas regiones en particular.
Pero no debemos ser ciegos ante la realidad y mucho menos negarnos a hacer algo, actualmente en los océanos ya hay más plástico suspendido que plancton, en su mayoría fragmentos pequeños de menos de 4 mm, ahora imagínense a los organismos microscópicos que componen el plancton marino alimentándose de microplásticos, al igual que animales filtrantes como las esponjas, ostras y mejillones, así también peces de diversas especies –muchas de ellas consideradas fuente principal de las pesquerías– alimentándose con fragmentos de plástico.
La ciencia apenas está comenzando a estudiar este fenómeno, y poco se sabe de su impacto en la salud pública y en la de los animales. Es importante señalar que a pesar de la toxicidad propia del plástico, éste contiene partículas con la capacidad de atraer y acumular sustancias contaminantes, muchas de ellas procedentes de la industria y agricultura, convirtiéndose en esponjas tóxicas con la puerta abierta a la cadena alimentaria marina.
Ahora bien, otro dato escalofriante, es que el plástico no sólo atrae y acumula sustancias tóxicas, también segrega otras, por ejemplo, en muestras de agua de mar obtenidas se demostró que contenían Bisfenol A, el cual es un potente disruptor endocrino que puede provocar; cambios en el comportamiento, hiperactividad, agresividad, diabetes, obesidad, pubertad temprana, reducción de la cantidad de esperma, cáncer de próstata, cáncer de mama, alteraciones cromosómicas, daño cerebral, deterioro de la función inmune y disminución de los niveles de antioxidantes enzimáticos, el Bisfenol A es empleado en la fabricación de policarbonato y otros plásticos.
También las playas de todo el mundo contienen microplásticos, partículas tóxicas diminutas mezcladas con la arena, las cuales pasan inadvertidas, contaminación que no se ha limitado, esta ha llegado hasta la Antártida, y claro, no podemos ocultar la enorme cantidad de plásticos visibles que contaminan cualquier playa, y en algunos casos ya se han formado playas de plásticos donde las partículas compiten con la arena natural, un ejemplo de ello es Kamilo Beach, en el sur de Hawaii.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) a través de su Programa para el Medio Ambiente (PNUMA) ha lanzado diversas campañas para combatir los microplásticos, con un enfoque principal en la reducción del uso de plásticos innecesarios y problemáticos, y en la promoción de prácticas más sostenibles. La campaña “Mares Limpios” es un movimiento global que busca transformar hábitos, prácticas, estándares y políticas para reducir los residuos marinos. Además, el Día Mundial del Medio Ambiente 2025 tiene como objetivo erradicar la contaminación plástica, incluyendo los microplásticos.
Así mismo, diversas organizaciones civiles han llevado a cabo campañas para promover ante la población la disminución del uso de popotes, bolsas de plástico y recipientes de unicel, con el objeto de reducir al máximo los impactos generados a la salud pública y al medio ambiente.
De acuerdo a reportes de diversas organizaciones, el 90% de los residuos que flotan en los mares y océanos es plástico y cada año se vierten más de 13 millones de toneladas de plástico, el equivalente a vaciar un poco más de 24 toneladas de residuos cada minuto.
Se calcula que cada año se consumen aproximadamente 500,000 millones de bolsas de plástico en todo el mundo, gran parte elaboradas de polietileno, un polímero que tarda por lo menos 500 años en degradarse.
De acuerdo a estimaciones, la ONU calcula que a este ritmo en el 2050 los mares y océanos contendrán más productos plásticos que peces, y refiere que aproximadamente el 99 % de los peces y aves marinas habrá ingerido algún tipo de plástico.
Los daños a los ecosistemas marinos ascienden a miles de millones de dólares, ya que no sólo causa estragos a la vida marina, sino también al turismo y de forma grave a las pesquerías, poniendo en grave riesgo la seguridad alimentaria y continuidad biológica de muchos organismos.
Es momento de actuar con responsabilidad y tomar en serio el grave daño que el plástico está ocasionando. Este material navega por las playas de todo el mundo, además ya está en nuestras mesas a través de la cadena alimentaria.
Este nuevo Gobierno debe proponer políticas innovadoras y de inclusión, ya que malas regulaciones nos han enseñado que en lugar de beneficiar afectan gravemente a diversos sectores, desde ambientales, sociales y empresariales, rompiendo con la sustentabilidad.
Dentro de las propuestas socialmente responsables serian:
1.- Que los diversos sectores industriales minimicen en uso de envases y/o productos elaborados con este material.
2.- Crear incentivos para las pequeñas y medianas empresas que desarrollen productos ecológicos que sustituyan al plástico.
3.- Prohibir la circulación de bolsas plásticas de forma paulatina, para que como meta a 3 años se prohíba por ley el uso de bolsas de plástico, popotes y otros productos.
4.- Mayor resistencia de productos plásticos para ser reutilizables.
5.- Planes educativos y de difusión sobre el impacto del plástico en el medio ambiente.
6.- Reciclar el plástico de los océanos, rellenos sanitarios, etc., para utilizarlo en la elaboración de productos de mayor duración y sustentables.
7.- Generar productos con menores impactos ambientales.
Debemos tener en cuenta que una de las causas que provocan el deterioro del medio ambiente son las modalidades insostenibles de consumo y de producción –el ir de compras y consumir–. Nuestro consumo en muchas ocasiones es sinónimo de “agotamiento”, ya que en muchas ocasiones no tenemos en cuenta las repercusiones para el medio ambiente, solo nos interesa satisfacer nuestros bienes y servicios.
Crear conciencia sobre los modelos insostenibles y recurrir a modelos de consumo responsable, parte de ello es que cada uno de nosotros pongamos nuestro granito de arena y contaminemos menos –reduce, reúsa y recicla–, deposita los residuos en un sitio adecuado, y por favor, separa, con estas pequeñas acciones ayudamos a que nuestro medio ambiente se conserve sano, soporte de la vida en la Tierra.
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