Pérdida de empleos en 2025 aumenta en primer trimestre, índice más alto desde 2009 en México.
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¿Por qué se perdieron más empleos de los que se generaron en comparación con años anteriores?
Durante los primeros meses de 2025, México vivió su peor arranque laboral en 16 años, excluyendo el periodo de pandemia. Por primera vez desde 2009, en lugar de generar nuevas plazas, el país perdió cerca de 120,000 empleos, según datos del INEGI.
Este retroceso laboral refleja los efectos de la desaceleración económica y la incertidumbre laboral que han marcado el inicio del año. Los sectores manufacturero, agropecuario y de servicios diversos registraron las caídas más importantes. En cifras, se eliminaron 175,000 puestos en manufactura, 228,000 en el campo y 151,000 en servicios personales.
El impacto se sintió principalmente en el ámbito informal, donde ocurrió el 73 % de las pérdidas. Este dato revela la fragilidad del mercado laboral y la alta dependencia de empleos sin seguridad social ni contratos formales.
¿Es un tema de gravedad la tasa de desempleo?
A pesar de esta pérdida masiva de empleos, la tasa de desempleo se ubicó en 2.5 %, menor al 3 % reportado en el último trimestre de 2024. Sin embargo, este número no refleja una mejora, sino un fenómeno preocupante: menos personas buscan trabajo.
La Población Económicamente Activa (PEA) —es decir, quienes trabajan o buscan empleo activamente— disminuyó en 172,000 personas, una caída inédita desde 2005. Esto sugiere que muchas personas han decidido salir del mercado laboral. Algunos podrían haberse retirado temporalmente por motivos de estudio, cuidados familiares, enfermedad o simplemente por falta de oportunidades.
Esta reducción en la PEA distorsiona la percepción del desempleo, ya que al haber menos personas activas, el porcentaje de desocupados también baja, aunque no haya más empleos.
¿Hay algún sector con crecimiento?
Dentro del escenario negativo, hubo sectores que mostraron resistencia. Los servicios sociales y financieros lograron crear alrededor de 163,000 empleos nuevos. Este crecimiento parcial no compensa las pérdidas generales, pero ofrece una señal de que algunos rubros todavía mantienen dinamismo.
Mientras tanto, la combinación de ralentización del PIB, políticas económicas inciertas y factores externos como aranceles ha llevado a muchas personas a postergar su entrada al mercado laboral.
En resumen, México inició 2025 con una caída significativa en el empleo, en un contexto donde cada vez más ciudadanos se desconectan del trabajo formal o dejan de buscar una ocupación. Las cifras oficiales muestran una tasa de desempleo baja, pero la realidad laboral pinta un panorama más complejo y preocupante para millones de personas.
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