El glaciar Birch colapsó este miércoles en el sur de Suiza y arrasó parte del pueblo de Blatten, en el cantón de Valais. El derrumbe glaciar comenzó alrededor de las 15:30 hora local (13:30 GMT) y provocó severos daños en varias viviendas de la localidad, aunque no dejó víctimas gracias a una evacuación previa.
Las autoridades evacuaron a todos los habitantes de Blatten antes del derrumbe
La semana pasada, las autoridades regionales ordenaron la evacuación total de Blatten, un pueblo de unos 300 habitantes, ante el riesgo inminente de colapso glaciar. La acción preventiva permitió que el lugar estuviera completamente deshabitado al momento del desastre.
“El glaciar venía mostrando señales preocupantes, por eso actuamos a tiempo”, explicó Jonas Jeitziner, vocero adjunto del servicio de emergencias de Valais, en entrevista con la agencia suiza Keystone-ATS.
Una avalancha de hielo y piedras arrasó el valle de Blatten
Videos publicados hoy en YouTube muestran una gran masa de hielo, nieve y rocas que descendió violentamente por la montaña, atravesó el valle del río Lonza y llegó hasta la ladera opuesta. La avalancha avanzó con tanta fuerza que arrasó viviendas y modificó el paisaje local en cuestión de minutos.
Los residentes evacuados siguen sin poder regresar, ya que los equipos de emergencia evalúan la estabilidad del terreno y documentan los daños.
El glaciar ya mostraba actividad inusual desde anoche
Desde la noche del martes, los sensores y cámaras instalados en el glaciar detectaron un aumento significativo en la actividad. El primer deslizamiento ocurrió el martes a las 18:00, y el segundo, hoy a las 04:00, lo que obligó a reforzar los protocolos de seguridad.
Los expertos consideran que estos eventos previos prepararon el terreno para el gran derrumbe que ocurrió hoy.
El cambio climático agrava el riesgo de estos desastres
Especialistas en medioambiente aseguran que el calentamiento global está provocando una aceleración en el deshielo de los glaciares alpinos, lo que incrementa el riesgo de colapsos como el del Birch. Las temperaturas elevadas, la erosión del hielo y la inestabilidad geológica convierten a estas zonas en focos constantes de alerta.
El caso de Blatten refuerza los llamados a la acción global para frenar el cambio climático y proteger tanto a las personas como al entorno natural de los Alpes.
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