El arranque laboral del 2025 ha marcado un hito negativo para el empleo en México. Según los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), el primer trimestre del año registró una eliminación de 119,896 plazas laborales, lo que representa el peor resultado en generación de empleo desde el año 2009, excluyendo los años atípicos de pandemia.
Caída histórica en creación de empleo
Desde la crisis financiera global de 2009, México había mantenido saldos positivos en materia de empleo durante los primeros tres meses de cada año, con excepción de 2020 y 2021 por el impacto del COVID-19. En contraste, el mismo periodo del 2024 mostró una creación de casi 630 mil empleos.
Este nuevo descenso no solo rompe con la tendencia de recuperación postpandemia, sino que evidencia una desaceleración generalizada en la actividad económica y en la capacidad del país para absorber fuerza laboral.
Menor ocupación y baja en la participación laboral
A pesar de que el desempleo se redujo en alrededor de 52,000 personas, la tasa de desocupación tuvo un leve aumento al pasar de 2.4% a 2.5%, lo que refleja que muchas personas salieron del mercado laboral sin buscar activamente un nuevo empleo.
Esta situación se tradujo en una contracción de más de 170,000 personas en la Población Económicamente Activa (PEA), algo que no ocurría en un primer trimestre desde 2005, fuera del contexto de la pandemia.
La tasa de participación laboral descendió a 59.2%, una caída de 0.8 puntos porcentuales respecto al año anterior, y se mantiene por debajo de los niveles previos a la emergencia sanitaria.
La informalidad lidera la pérdida de empleos
El 73% de los empleos perdidos entre enero y marzo de 2025 correspondieron a trabajos informales, mientras que el empleo formal tuvo una disminución más moderada de 32,000 plazas. A pesar de esta caída, la tasa de informalidad se mantuvo estable en 54.3%, lo que indica una persistencia estructural de este tipo de ocupación en el país.
En términos de categorías laborales, los mayores retrocesos se observaron en el trabajo no remunerado (−221,580 puestos) y en el grupo de empleadores (−255,755). Por el contrario, el trabajo por cuenta propia (+220,745) y el empleo subordinado (+136,694) fueron los únicos segmentos que registraron aumentos.
Inactividad laboral alcanza récord desde 2009
Uno de los indicadores más preocupantes fue el crecimiento de la Población No Económicamente Activa (PNEA), que aumentó en 1.2 millones de personas durante el primer trimestre de 2025, el incremento más alto para un periodo similar desde 2009.
Este aumento se concentró principalmente en personas no disponibles para trabajar, es decir, quienes se dedican a actividades del hogar, estudian, están pensionadas o tienen alguna limitación personal para integrarse al mercado laboral.
El crecimiento de la inactividad laboral no es nuevo: ya en el primer trimestre de 2024 se había registrado un incremento anual de 819,574 personas en este grupo, lo que indica una tendencia que se está consolidando.
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