Toluca elimina a Rayados y avanza a Semifinales del Clausura 2025
10 mayo, 2025 | Redacción
Contra todo pronóstico y con una entrega memorable, los Diablos Rojos del Toluca sellaron su pase a las Semifinales del Clausura 2025 tras vencer 2-1 a Monterrey en el Estadio Nemesio Diez, logrando un global de 4-4 que les dio el boleto por mejor posición en la tabla.
Lo que parecía una noche cuesta arriba se convirtió en una de las gestas más vibrantes del torneo. Toluca jugó más de 70 minutos con un hombre menos tras la expulsión de Helinho al minuto 21, pero ni la adversidad ni la presión hicieron tambalear el plan de Antonio Mohamed.
Desde el primer silbatazo, el conjunto escarlata se lanzó con decisión, sabiendo que debían revertir el 3-2 en contra que se llevaron del partido de Ida en Monterrey.
Vega y Paulinho: los héroes del infierno
Alexis Vega fue el motor ofensivo de Toluca. Desequilibrante, eléctrico y con determinación, puso en aprietos a la zaga rayada una y otra vez. Fue él quien abrió el marcador tras una gran jugada individual, definiendo con clase ante Esteban Andrada para encender el Nemesio Diez y el sueño escarlata.
Monterrey reaccionó en el complemento. Roberto de la Rosa marcó el 1-1 con un disparo lejano que se desvió y se incrustó en el ángulo. El empate global ponía a los regiomontanos cerca de las Semifinales, y más aún con la ventaja numérica.
Pero en el momento más crítico, Toluca encontró la gloria. Al minuto 78, Paulinho se elevó sin marca tras un tiro de esquina y de cabeza decretó el 2-1 definitivo. Un gol que desató la locura en las tribunas y silenció a una defensa rayada que se perdió en la marca.
Los últimos minutos fueron de resistencia pura. Rayados lanzó todo al frente, pero los Diablos aguantaron con alma, garra y corazón.
Infierno encendido
El Nemesio Diez fue una caldera. La afición no dejó de alentar y al final, con el silbatazo final, celebró una noche mágica que quedará en la historia reciente del club.
Toluca ahora espera rival en las Semifinales, pero llega con el ánimo por las nubes y la convicción de que, incluso con uno menos, puede incendiar a cualquiera.