PROMUEVE CODHEM CON INFORMACIÓN, RESPETO A DDHH
Y COMPRENSIÓN DE INFANCIAS DE LA DIVERSIDAD
*Muchas veces, niñas y niños de la diversidad saben quiénes son, pero el entorno no sabe acompañar o comprender esa realidad, por ello, es fundamental capacitar a personas adultas para evitar respuestas desde el miedo o la negación: Cristian Peralta.
Toluca, Estado de México a 29 de abril de 2025.- Es esencial entender qué significa la diversidad de género en la infancia. La identidad de género no es lo mismo que la orientación sexual y, en esa etapa, puede expresarse de muchas formas que escapan, incluso, a la compresión de personas adultas, comentó Cristian Alfredo Aguilar Peralta, antropólogo, maestro en Filosofía Política y especialista en derechos humanos, invitado por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM) para charlar acerca de las infancias de la diversidad, con motivo del mes del niño y de la niña.
Los niños y las niñas, dijo, exploran el mundo con preguntas y juegos, por ello, es indispensable acompañar, escuchar sin juzgar, validar sus emociones y permitir que se expresen libremente sin imponer roles de género tradicionales, lo que es ya un gran paso en el respeto a su dignidad y la protección a sus derechos. Además, el abordaje de las políticas públicas debe partir de la base de que la diversidad de género, no es una enfermedad, una moda o una etapa pasajera, sino una realidad de carácter interseccional.
Detalló que los prejuicios y el miedo al “qué dirán” de personas adultas muchas veces obstaculizan el bienestar integral de las infancias. Por lo que aseguró que promover conversaciones abiertas en las escuelas, en el seno de las familias y en las comunidades ayudará a cambiar paradigmas acerca de la identidad de género y su papel en las infancias.
“Desde una perspectiva especializada, los roles, las creencias y los estereotipos de género no solo moldean la forma en que percibimos y tratamos a las personas, incluso a niñas y niños, sino que, en el caso de las infancias de la diversidad de género, operan como mecanismos estructurales que contribuyen directamente a la vulneración de sus derechos humanos”, aseguró.
Explicó que esos roles y estereotipos son las normas que imponen rígidas expectativas desde el nacimiento: cómo vestirse, comportarse, jugar o sentir como niño o niña. Cuando una infancia transgrede esas normas o roles, su expresión muchas veces es reprimida, invisibilizada o, incluso, sancionada, lo que vulnera el derecho a la identidad, la libertad de expresión, el derecho a la vida digna y a vivir sin violencia.
Asimismo si las instituciones o las estructuras, ya sean escuelas, centros de salud, grupos deportivos y medios de comunicación, por ejemplo, reproducen estos estereotipos, perpetúan formas de violencia simbólica, psicológica y estructural. “Recordemos que no nombrar, no incluir o no capacitar, también es violentar”, aseveró el maestro Cristian Aguilar.
Esos estereotipos de género, precisó, no solo son ideas o creencias inocentes, sino que actúan como estructuras que discriminan, excluyen y silencian a las infancias que no se ajustan a la norma binaria niño-niña. Para garantizar una vida digna y plena, es imprescindible desmantelarlos desde una perspectiva interseccional, de derechos humanos y centrada en el interés superior de la dignidad de las niñas y los niños, finalizó Cristian Aguilar Peralta.