España investiga sabotaje informático tras gran apagón eléctrico

El Gobierno de España y la Justicia han puesto en marcha una serie de investigaciones para esclarecer las causas del apagón eléctrico que afectó a gran parte de la Península Ibérica el pasado lunes. El incidente dejó sin suministro eléctrico durante varias horas a millones de ciudadanos y empresas tanto en España como en Portugal, generando preocupación a nivel nacional e internacional.

Un posible ciberataque bajo la lupa

La Audiencia Nacional, órgano judicial competente en asuntos de alta complejidad, ha iniciado una investigación para determinar si el apagón fue producto de un ciberataque o de un acto de sabotaje informático. En caso de confirmarse esta hipótesis, los hechos podrían ser tipificados como un delito de terrorismo, de acuerdo con el marco legal español.

Según fuentes judiciales, aún no se descarta ninguna línea de investigación. La posibilidad de que actores externos o internos hayan vulnerado infraestructuras críticas pone en alerta a las autoridades de seguridad nacional y a los organismos de inteligencia.

Pedro Sánchez anuncia una comisión de investigación

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció en rueda de prensa este martes para abordar la crisis energética. Sánchez aseguró que se tomarán todas las medidas necesarias para evitar que un hecho similar vuelva a repetirse, y anunció la creación de una comisión especial de investigación encabezada por el Ministerio para la Transición Ecológica.

“Los técnicos de la red eléctrica continúan analizando el sistema. Esperamos recibir los primeros resultados en las próximas horas o, a más tardar, en los próximos días”, declaró el mandatario.

Sánchez recalcó que el Gobierno no dejará fuera ninguna posibilidad hasta tener conclusiones claras y concretas sobre lo ocurrido.

Daños aún sin cuantificar

Por el momento, las autoridades no han ofrecido cifras oficiales sobre el impacto económico del corte eléctrico. Sin embargo, las afectaciones fueron considerables, ya que miles de hogares y empresas quedaron paralizados, provocando pérdidas que podrían ser millonarias. En sectores estratégicos como el transporte, las telecomunicaciones y la industria, las consecuencias fueron especialmente notorias.