Para La Libertad.

Por: Edgar Mereles Ortiz

“Para la libertad, sangro, lucho, pervivo”

Miguel Hernández. Poeta Español.

“Las libertades, todas, sin excepción,

sólo pueden ser defendidas

por mujeres y hombres libres”

Hermenegildo García

La nación está envuelta en un debate entre tiranía y dictadura. Y no es una profecía, es una conversación que se da en todas las mesas familiares, sociales, políticas, académicas y culturales por lo que la gente percibe que sucede en la política nacional.

No estamos escribiendo sobre lo que puede suceder, estamos reflexionando sobre lo que sucede, se aplica y se opera en los más altos círculos de los poderes ejecutivo, legislativo y de Morena. Sé por amistades que naufragan en esos mares, que también el debate interno es intenso pero la disciplina junto con las ofertas de futuro político doblan a los espíritus más rebeldes. La disidencia se está acabando en las filas de la reconstrucción nacional.

En la sociedad civil, especialmente, en los medios de comunicación, la nueva ley de telecomunicaciones ha generado fuertes y valientes reacciones. Todo parece indicar que una mentira y un mensaje de difusión norteamericano fueron los pretextos ideales para agregar un mecanismo de control en el artículado de dicha norma para satisfacer los deseos dictatoriales que encienden pasiones en el Palacio Nacional y el de San Lázaro.

Pero más allá de la técnica legislativa y de las intenciones jurídicas que tuviera el gobierno federal, están los motivos políticos, esos que se van nutriendo en los años de militancia, la cultura, la participación y la construcción ideológica de los gobernantes y dirigentes. Últimamente hemos sido testigos de cómo una secta minoritaria pero influyente en el gobierno, está trabajando porque el sistema democrático que conocíamos hasta junio del año pasado, sólo sea una referencia en las monografías escolares.

Claudia, Adán, Ricardo y Luisa están encabezando una agenda política que está justificada, según ellos, por las actitudes extensionistas y punitivas del inquilino en la Casa Blanca, si le faltaban razones o pretextos para concluir con el diseño autoritario desde la Constitución Política, Trump ha caído, como dijera el clásico “como anillo al dedo”, pésima cita pero intensamente verdadera.
Trump es el pretexto, pero la causa viene desde hace por lo menos tres décadas, se incubó y secuestró a la organización política tradicional de la izquierda mexicana, el PRD; ante la resistencia de sus cuadros, quienes muchos de ellos sí conocieron la persecución, cárcel, exilio y tortura y aún así lucharon por la democracia plena y con todas sus consecuencias, los obradoristas optaron por vaciar a sus militancia, alcanzar el poder para marginar a los dirigentes históricos que venían de los movimientos magisteriales, médicos, estudiantes, ferrocarrileros, urbanos, de vivienda, sindicalistas independientes y disidentes del PRI, e ir colocando a los súbditos, a quienes no se deben a la lucha social, ni a la guerrilla de los años sesenta o setenta. Un claro ejemplo de la diferencia entre los históricos y los neopopulistas es Rosario Ibarra de Piedra y Rosario Piedra Ibarra.

Mientras la madre levantó campamentos de resistencia en el frontispicio de la catedral metropolitana, sostuvo huelgas de hambre y confrontó a funcionarios como Manuel Bartlett cuando fue Secretario de Gobernación por los desaparecidos políticos; la hija no ha tenido la sensibilidad, la capacidad y mucho menos la responsabilidad de ir a las mesas de acuerdos con las madres buscadoras en Bucareli. Este es un botón de muestra entre la izquierda que fue excluida y el populismo que la sustituyó.

Pero no sólo traicionan la historia inmediata, sino a las muchas generaciones que desde hace más de cien años han luchado por las libertades y la democracia.

Benito Juárez decía en el documento conocido como Las Razones De La Reforma de 1857:

“Al cumplir hoy este deber, nada tiene que decir el Gobierno respecto de sus pensamientos sobre la organización política del país, porque siendo él mismo una emanación de la Constitución de 1857, y considerándose, además, como el representante legítimo de los principios liberales consignados en ella, debe comprenderse naturalmente que sus aspiraciones se dirigen a que los ciudadanos todos, sin distinción de clases ni condiciones, disfruten de cuantos derechos y garantías sean compatibles con el buen orden de la sociedad; a que unas y otras se hagan siempre efectivas por la buena administración de justicia; a que las autoridades todas cumplan fielmente sus deberes y atribuciones, sin excederse nunca del círculo marcado por las leyes y, finalmente, a que los Estados de la Federación usen de las facultades que les corresponden…”

El Programa del Partido Liberal Mexicano en julio de 1906, redactado por los hermanos Magón, Juan Sarabia , Librado Rivera y Manuel Villareal decía:
“la manifestación de las ideas no tendrá ya injustificadas restricciones que le impidan juzgar libremente á los hombres públicos;”
Con este párrafo, iniciaba Francisco I Madero el premio de su Plan de San Luis en 1910:. “Los pueblos en su esfuerzo constante Porque triunfe en los ideales de libertad y justicia Se ven precisados,, en determinados momentos históricos, A realizar los mayores sacrificios”.

El 28 de noviembre de 1911, Emiliano Zapata junto con su grupo de revolucionarios campesinos firmaron el Plan de Ayala, teniendo como lema
“Reforma, Libertad, Justicia y Ley.”

Éstos son los ideales, entre otros, que dijeron defender los gobernantes de hoy. Esas biografías son las que dicen heredar los dirigentes del Movimiento de Regeneración Nacional. Mintieron, traicionaron todo lo que representaban.

La decisión de Sheinbaum y su gobierno va en contra de la historia del México independiente, reformista y revolucionario. Seguramente mucho de estos textos históricos no le signifiquen nada a los actuales gobernantes de la inmensa mayoría de los mexicanos, pero existe un remanente ciudadano que está dando la resistencia pacífica y ciudadana. No creo que tengan todos los elementos que se requiere para organizar un movimiento nacional, no por ahora, pero ahí están, como las luchas sociales del siglo pasado, en pequeñas células, creyendo que vale la pena resistir al monolito morenista.

Sí Claudia Sheinbaum corrige será, otra vez, por la sociedad civil.

Desde los Valles de Oaxaca, 27 de Abril del 2025.