Las autoridades de Reino Unido y Estados Unidos identificaron al coronel Denis Smolyaninov, oficial del servicio de inteligencia militar ruso (GRU), como el responsable de planear un ataque con paquetes bomba dirigidos a aviones de pasajeros con destino a América del Norte.
Smolyaninov diseñó el envío de dispositivos incendiarios ocultos en paquetes aparentemente inocentes —que contenían cojines de masaje, cosméticos y juguetes sexuales— y los despachó a través de centros logísticos de DHL en Birmingham (Reino Unido) y Leipzig (Alemania). Uno de esos dispositivos provocó un incendio en el depósito de la empresa en Birmingham en 2023.
Aunque los incendios no dejaron víctimas, investigadores británicos y alemanes señalaron que los artefactos podrían haber causado una tragedia aérea si hubieran detonado en pleno vuelo. Los informes, obtenidos por el diario The Times y confirmados por WDR, NDR y Süddeutsche Zeitung, advierten que los explosivos cruzaron controles de seguridad sin levantar sospechas.
Las fuerzas de seguridad británicas arrestaron a cuatro personas en relación con el atentado, acusadas de colaborar con una agencia extranjera de espionaje. En paralelo, el Dossier Center reveló documentos que vinculan a Smolyaninov con planes similares desde 2014, incluyendo estrategias para interferir con las comunicaciones entre pilotos y controladores aéreos.
Durante 2024, los investigadores detectaron más paquetes sospechosos enviados desde Varsovia con destino a EE.UU. y Canadá. Aunque esos envíos contenían rastreadores ocultos en ropa y zapatillas deportivas, los expertos creen que funcionaban como ensayos encubiertos para medir vulnerabilidades logísticas.
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Las autoridades también relacionaron al ruso Aleksandr B., detenido en Bosnia por entrenar agitadores en Moldavia, con este caso. Extraditado a Polonia, enfrenta cargos por coordinación de sabotajes.
Advertencias y sanciones
Después del ataque, funcionarios estadounidenses advirtieron al Kremlin que conocían su implicación y que cualquier escalada tendría consecuencias. Tras esa advertencia, los intentos de sabotaje cesaron.
En diciembre de 2024, la Unión Europea sancionó por primera vez al GRU, acusando a 16 agentes y tres entidades rusas de participar en acciones híbridas como incendios provocados, ataques cibernéticos y campañas de desinformación.
“El GRU ejecuta sabotajes en territorio europeo para frenar el apoyo a Ucrania y crear divisiones entre los aliados”, declaró el Consejo Europeo. Entre las unidades sancionadas está la Unidad 29155, involucrada en operaciones encubiertas como el envenenamiento de Sergei Skripal en Reino Unido y la explosión de un almacén militar en República Checa en 2014.
Smolyaninov, pieza clave en esta red, también figura entre los sancionados por atentados encubiertos y sabotaje estructural en países europeos.
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