Ver a un perro guía en las calles siempre genera admiración. Son animales tranquilos, inteligentes y despiertan ternura de inmediato. Sin embargo, lo que muchas personas no saben es que acariciar a un perro guía mientras está en servicio puede poner en riesgo la vida de su usuario.
En este artículo te explicamos por qué no debes tocar, acariciar ni distraer a un perro guía, y cómo podemos contribuir a una sociedad más incluyente y respetuosa.
¿Qué es un perro guía y cuál es su función?
Los perros guía son animales altamente entrenados para asistir a personas con discapacidad visual o motriz. Más que una simple mascota, son una herramienta vital de movilidad y autonomía. A través de ellos, sus usuarios pueden moverse con mayor seguridad, identificar obstáculos, cruzar calles y realizar actividades cotidianas sin depender de otros.
Un perro guía es, en muchos sentidos, una extensión de los sentidos de su usuario.
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El error común: acariciar a un perro guía “por cariño”
Muchos, al ver a un perro guía, sienten el impulso de saludarlo, tocarlo o hablarle. Aunque parezca un gesto inofensivo, es una distracción que puede alterar su concentración y desviar su atención de la tarea que tiene entre patas.
Esto puede provocar errores en el recorrido, confusión o incluso accidentes. En el peor de los casos, puede poner en riesgo la seguridad de la persona a la que acompaña.
¿Cómo saber si un perro guía está trabajando?
Es sencillo: si el perro lleva puesto su arnés, está en servicio. En ese momento, no debe ser tocado, alimentado, ni interrumpido de ninguna forma. Muchos arneses incluso llevan inscrita una advertencia clara: “No me toques, estoy trabajando”.
¿Qué riesgos hay al distraer a un perro guía?
Distracciones como una caricia, un llamado, o el contacto con otro perro pueden:
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Interrumpir una orden que el usuario dio al perro.
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Desorientar al animal en un cruce peligroso.
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Romper su enfoque y generar inseguridad.
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Provocar ansiedad o confusión.
También está prohibido ofrecerles comida, ya que puede generar hábitos inadecuados o problemas digestivos.
Respetar su espacio, la mejor forma de demostrar cariño
Aunque pueda parecer triste no acariciar a un perro tan noble, la mejor forma de demostrar aprecio por su trabajo es dejándolo hacer su labor en paz. Ellos están cuidando a alguien, y necesitan toda su concentración para hacerlo bien.
En Cadena Política creemos que una sociedad empática e informada es una sociedad más justa. Aprendamos a convivir con respeto hacia las personas con discapacidad y sus compañeros caninos.