Tanto en común.

azul etcheverry columnista

Por: Azul Etcheverry

Tanto en común. Esa es la realidad. México y Estados Unidos, hoy más que antes, tienen tantos temas en su agenda que pueden unirlos más que separarlos. Historias, pueblos y contextos diferentes pero que al mismo tiempo tienen muchas similitudes.

Además de los tópicos que pueden generar alianzas y sinergias, es innegable que la dinámica incesante entre los dos países ha generado lazos fortísimos, puentes de concreto más que muros entre la gente de ambos lados del Río Bravo.

Así se ha demostrado en las últimas semanas. A pesar de que el tema del combate al tráfico de drogas ha generado ya algunos desencuentros entre ambos, la realidad es que es un problema que trae sufrimiento a ambos pueblos y representa riesgos para las juventudes norteamericanas.

El pasado 8 de abril, por ejemplo, en la ciudad de Filadelfia, se llevó a cabo un operativo que tuvo como resultado el decomiso de 31 kilogramos de fentanilo y el desmantelamiento de la red que operaba con el tráfico y venta de esta droga. El operativo fue el desenlace de una investigación que involucró a diferentes autoridades y que ya había dado con 44,000 sobre de fentanilo empaquetados en ladrillos de papel a finales del año pasado.

Me atrevo a poner números y cantidades con el único objetivo de dimensionar que el problema es gigantesco, que pasa frente a nuestros ojos y, sobre todo, que es necesario unir fuerzas para evitar que llegue a nuestros jóvenes. Que más que buscar culpables, este tema puede potenciar la colaboración entre ambos.

En días anteriores también fue noticia que el gobierno de los Estados Unidos usó uno de los videos de la campaña mexicana en contra del fentanilo, con su correspondiente traducción al inglés, el video circuló incluso con la “línea de la vida” mostrándose en él. El lado mexicano tiene que darse cuenta que esa es la oportunidad para matar dos pájaros de un tiro. El primero, formando una alianza frente a un problema que envenenada y enferma a ambas poblaciones a pasos agigantados, los acuerdos entre ambos países para trabajar en conjunto, cada quien con sus responsabilidades y respeto a las soberanías, es esencial para frenar la proliferación de esta droga.

El segundo. Washington va a estar tranquilo si ve que México enfrenta y toma acción con responsabilidad, el formular una política de salud pública y seguridad
sería y ejecutarla con determinación, es el antídoto perfecto para mantener cualquier intención de socavar la soberanía lejos, al tiempo que la confianza y credibilidad entre ambos se fortalece.

Ante las tendencias de polarización a nivel mundial, ante este intento incesante por buscar lo que nos separa, lo que nos hace diferentes, es momento de emprender el revolucionario intento de buscar lo que nos une, lo que nos puede potenciar juntos.

Lo tanto que tenemos en común.