¡El fin de la Vaquita!

Antero Carmona columnista

Por: Antero Carmona 

Una de las causas directas del declive de vaquita marina (Phocoena sinus) es la pesca ilegal de totoaba (Totoaba macdonaldi), ya que en sus artes de pesca utilizan las redes agalleras o de enmalle, donde la vaquita marina es capturada de forma accidental. La totoaba es una especie endémica y en riesgo, listada por la NOM-059-SEMARNAT-2010 como en Peligro de Extinción, al igual que la vaquita. El buche de totoaba se comercializa hasta en 8 mil dólares el kilo en el mercado negro de China, producto al cual se le atribuyen propiedades afrodisiacas –el tráfico ilegal tiende a desestabilizar las poblaciones y ecosistemas completos-.

La historia fallida por proteger a la vaquita marina da inicio con esfuerzos formales en 1997, la población de la vaquita marina en ese entonces era de unos 600 individuos. Ocho años después, en el año 2005, el Gobierno Federalemprendío diversas medidas de conservación, estableció elÁrea de Refugio de la Vaquita, e impulso el Programa de Protección dentro del Área de Refugio. No obstante, los esfuerzos del gobierno mexicano no fueron suficientes, ya que la demanda del mercado asiático por el buche de totoaba seguía creciendo, al mismo tiempo, se presentaban otras actividades ilícitas en la región.

Ya en el 2015, trascurridos 10 años, el Gobierno Federallanza la “Estrategia Integral para la Recuperación de la Vaquita Marina y la Totoaba, participando la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca(CONAPESCA) y la Secretaría de Marina (SEMAR), y por instrucciones del presidente Peña Nieto, se destinaron más de mil millones de pesos para actividades asociadas a la protección y conservación de ambas especies.

Dicha estrategia contempló la ampliación del polígono de protección en el Alto Golfo de California, que era de 126 milhectáreas a 1 millón 300 mil hectáreas, se decretó la suspensión por dos años de la pesca comercial mediante el uso de redes de enmalle, se otorgaron medidas de compensación económica a los pescadores de la región y se fortalecieron las acciones de inspección y vigilancia por parte de PROFEPA, Marina Armada de México y la Policía Federal.

Por otro lado, la SEMARNAT coordinó junto con un grupo de especialistas un estudio poblacional de la vaquita marina, el cual, se llevó a cabo de septiembre a diciembre de 2015, a bordo de la embarcación “Ocean Starr”, obteniendo una estimación poblacional de aproximadamente 60 ejemplares de vaquita en el Alto Golfo de California.

En enero de 2017, el Gobierno Federal anuncia el “Plan Vaquita CPR: Conservación, Protección y Recuperación de la Vaquita Marina”, plan emergente que consistía en trasladar ejemplares vivos a un Santuario, ubicado en San Felipe, Baja California, denominado “Vaquita Care Center”, de manera personal, cuando conocí dicha estrategia sabía que sería un desastre, ya que no existían las condiciones técnicas ni científicas para ello, sólo se basaron en ocurrencias.

El Plan Vaquita CPR arrancó su fase de búsqueda y captura el 10 de octubre de 2017 y concluyó el 10 de noviembre del mismo año, durante ese periodo, sólo se capturaron dos ejemplares, pero ninguno pudo ser mantenido en el Santuario, el primer ejemplar fue una hembra muy joven que se liberó, ya que no pudo adaptarse al cautiverio, y la segunda captura fue de una hembra madura, la cual murió a consecuencia de un paro cardíaco, producto de su manipulación.

En ese mismo año, 2017, de acuerdo con reportes del grupo de expertos internacionales, determinaron que quedaban menos de 30 ejemplares de vaquita marina, colocando a esta especie en un estatus crítico de extinción. Resultado que demostró que se estaban tomando malas decisiones y, que era fundamental crear una gobernanza específica para la región e involucrar otras agendas, sin embargo, esto no sucedió.

En el 2019, los resultados revelaron que la población observada era de 7 a 15 individuos; en 2021, el número reportado fue de entre 5 y 13 vaquitas.

Ya en el 2024, la SEMARNAT, a través de la CONANP y la SEMAR, en coordinación con Sea Shepherd Conservation Society (SSCS), realizaron una serie de monitoreos en la Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, en el área de refugio para la protección de la vaquita marina, específicamente en la Zona de Tolerancia Cero (ZTC), expedición que se llevó a cabo del 5 al 26 de mayo, contando con la participación de expertos en la observación de mamíferos marinos.

Dicho estudio, arrojó 9 avistamientos y se registraron 70 encuentros acústicos de vaquita. Se estimó, con una probabilidad del 75% que, el número total de individuos avistados fue de entre 6 y 8.

En este 2025, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) en coordinación con Sea Shepherd Conservation Society (SSCS) y, con el objetivo, de colaborar en la conservación de esta especie y su hábitat, están llevando a cabo el Crucero de Observación Vaquita Marina en la Zona de Tolerancia Cero (Zo), en la Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, incursiones que se realizan en colaboración con la SEMAR, CONAPESCA y PROFEPA.

Asimismo, se plantean diversas estrategias, como; fortalecer el marco normativo, el uso de tecnología satelital y llevar proyectos productivos a las comunidades pesqueras, entre otras más. Si bien, se plantea lo mismo que en años pasados, esperemos que la forma y fondo hagan la diferencia.

La vaquita marina se encuentra en peligro crítico de extinción, provocado por la codicia humana, depredadora sin conciencia, que gusta de satisfacer sus necesidades a costa de cualquier precio. Si la vaquita se extingue, no sólo será otro eslabón roto en la frágil cadena de la vida de nuestro planeta, se alterará el equilibrio de los procesos ecológicos a nivel regional y global, lo que podría llevar al colapso de todo el sistema, con graves consecuencias para la supervivencia de las especies y las actividades humanas.