El sol vuelve a activarse, la actividad solar ha vuelto a demostrar su poder con una llamarada solar de clase X1.1, registrada el 28 de marzo de 2025. Este evento, catalogado como un fenómeno R3 (fuerte) según la escala NOAA, se originó en la región de manchas solares 4046, que se encontraba en el borde oriental del Sol.
Impresionante eyección de masa coronal (CME)
El fenómeno explosivo generó una intensa emisión de rayos X, asociada a la erupción de un filamento solar, lo que sugiere la expulsión de grandes cantidades de material solar hacia el espacio. A pesar de la magnitud de la erupción, no se espera un impacto directo sobre la Tierra, ya que la región solar responsable está ubicada en el borde solar. Sin embargo, es probable que esta área continúe siendo activa en los próximos días.
La llamarada comenzó a las 15:03 UTC, alcanzó su pico máximo a las 15:21 UTC y finalizó a las 15:42 UTC. Fue detectada en la ubicación N06E75 del disco solar, según el Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la NOAA.
Impacto en las comunicaciones terrestres
Las llamaradas solares de esta magnitud pueden generar apagones de radio en frecuencias altas (HF) en la cara diurna de la Tierra. En este caso, el apagón duró aproximadamente una hora, afectando principalmente las regiones ecuatoriales y tropicales. Las interrupciones fueron especialmente notables en las comunicaciones de aviación y servicios marítimos.
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El impacto en las redes de comunicación también podría extenderse a sistemas de navegación y satélites sensibles a la radiación solar.
Expectativas para los próximos días
Aunque esta llamarada no representa un peligro inmediato para la Tierra, la región activa 4046 aún está rotando hacia el centro del disco solar, lo que significa que futuras erupciones podrían dirigirse directamente hacia nuestro planeta.
Los astrónomos y meteorólogos espaciales seguirán monitoreando la actividad solar para evaluar posibles impactos de futuras eyecciones de masa coronal. En caso de que una erupción esté dirigida hacia la Tierra, podría generar tormentas geomagnéticas, afectando redes eléctricas, satélites y sistemas GPS.
Para mantenerse al tanto de las actualizaciones sobre el clima espacial, se recomienda seguir las noticias del Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA y el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA.