García Harfuch da a conocer testimonio de un reclutador del rancho en Teuchitlán
El testimonio de José Gregorio Lastra
José Gregorio Lastra, detenido el pasado viernes por la Guardia Nacional en la Ciudad de México, dio un testimonio que reveló información escalofriante sobre el rancho de Teuchitlán. Según el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, en ese sitio los jóvenes secuestrados para ser adiestrados en actividades criminales sufrieron torturas y asesinatos. “Llegaron a privar de la vida a personas que se resistían al adiestramiento o bien intentaban escapar del lugar, así como les golpeaban y les sometían a torturas”, afirmó Harfuch.
Lastra, identificado como un comandante del Cártel Jalisco Nueva Generación, estuvo a cargo del reclutamiento forzado de estos muchachos desde la primavera de 2024 hasta marzo de este año. Tras su detención y testimonio, las autoridades han intensificado la investigación sobre la operación criminal en el rancho Izaguirre, Teuchitlán, donde se presume ocurrieron los crímenes.
Páginas web que se utilizaban para el reclutamiento
En la conferencia presidencial de este lunes, se informó que las autoridades han anulado 39 páginas web utilizadas para reclutar personas, algunas de ellas con anuncios abiertos sobre ofertas de trabajo para el Cártel Jalisco Nueva Generación. El gobierno busca frenar este mecanismo de captación de víctimas, que ha permitido a grupos criminales ampliar sus filas mediante el engaño y la coerción.
Los espacios en blanco de la investigación
A pesar de la gravedad de los hechos, la Fiscalía General de la República (FGR) aún no ha atraído formalmente el caso. La presidenta de México insistió en que existe una normativa para ello, pero evitó precisar cuándo se hará oficial la intervención federal. Mientras tanto, la Fiscalía de Jalisco sigue bajo presión por la ineficacia con la que ha manejado el caso.
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El jueves pasado, cientos de personas ingresaron sin restricciones al rancho de Teuchitlán, donde todavía había prendas de ropa y objetos personales. La falta de resguardo y control en la escena del crimen generó críticas contra las autoridades estatales y puso en duda la seriedad de la investigación.
Polémica sobre la visita de la prensa
El fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, informó que solicitó a las autoridades de Jalisco permitir el ingreso de la prensa al predio. La visita, realizada el día siguiente, no despejó las dudas sobre el caso y, en cambio, desató más críticas.
La presidenta rechazó el término “campo de exterminio”, utilizado por diversos medios de comunicación para referirse al rancho de Teuchitlán. Argumentó que no existen pruebas científicas concluyentes y que será la FGR la encargada de realizar las investigaciones pertinentes. Sin embargo, la incertidumbre sobre el número de víctimas y las circunstancias exactas de los crímenes sigue generando angustia en la opinión pública.
Errores detectados en la investigación de Teuchitlán
En septiembre del año pasado, la policía estatal ingresó al rancho y detuvo a diez personas. En esa operación, se rescató a dos secuestrados y se encontró un cadáver. No obstante, la investigación posterior estuvo marcada por irregularidades, lo que llevó a Gertz Manero a enumerar detalladamente los errores cometidos por la Fiscalía de Jalisco.
Las madres buscadoras, que han adquirido experiencia en la localización de restos humanos, aseguraron que en su visita al rancho el 5 de marzo encontraron huesos humanos entre las prendas abandonadas. Estos hallazgos refuerzan la sospecha de que en ese sitio ocurrieron crímenes atroces, pese a las declaraciones oficiales que buscan minimizar los hechos.
En espera de respuestas
El horror de lo sucedido en Teuchitlán sigue causando indignación. La presidenta ha insistido en su compromiso por esclarecer el caso y ha afirmado que su gobierno trabajará para aliviar el sufrimiento de las víctimas. Sin embargo, muchas preguntas siguen sin respuesta. La falta de una investigación forense completa, el desorden en la escena del crimen y la tibia reacción de las autoridades han alimentado la desconfianza de la ciudadanía.
El caso Teuchitlán no solo revela la brutalidad del crimen organizado, sino también las fallas en la respuesta institucional. La sociedad exige justicia, y la verdad sobre lo ocurrido en ese rancho debe salir a la luz sin dilaciones ni evasivas.
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