Somos “Familia INAI” o no somos: El final está a la puerta

Punto y aparte

José Eder Santos Vázquez

La llamada “gran familia INAI”, como cualquier familia, ha vivido momentos de desacuerdos en los últimos días. Estos roces han surgido, principalmente, por temas relacionados con la gratificación ante la inminente extinción del Instituto. Aunque se han intentado alcanzar acuerdos, los Comisionados no lograron consensos, lo que ha dejado en el aire la incertidumbre sobre el futuro de quienes conforman esta institución.

Ante esta situación, los trabajadores del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) se han organizado para defender los derechos que, por ley, les corresponden. Aquí hago una pausa necesaria: si bien ha habido avances para quienes forman parte del servicio profesional, no todos los integrantes de la “familia INAI” han estado presentes en esta lucha. Secretarios, directores generales y algunos directores de área brillan por su ausencia. No se les ha visto ni el rastro. No han apoyado, pero, sin duda, estarán ahí para recoger el cheque.

Por ética, integridad, principios y valores, deberían devolverlo, porque somos pocos los que nos hemos puesto la camiseta del INAI. Nosotros somos quienes hemos alzado la voz durante días, plantados frente al Instituto, defendiendo lo que es justo, quienes compartimos café en la madrugada, quienes nos abrigamos con frazadas en la noche fría, quienes no dormimos para cuidar el espacio, quienes llevamos comida, galletas y consignas. Somos quienes gritamos por los derechos de todos. Nosotros somos realmentela “familia INAI”. Lo digo con orgullo: formo parte de la comisión que ha luchado de manera pacífica por los derechos fundamentales de los trabajadores.

Los demás, aquellos que no tuvieron empatía, que optaron por el “home office” y se mantuvieron al margen, no forman parte de esta familia. Para serlo, se necesita coraje para luchar y respetar los derechos de todos. A quienes se quedaron en casa, a quienes no vimos ni una sola vez, les debemos decir algo: nos deben las gracias por este logro.

Los que estuvimos ahí nos reconocemos. Vivimos días intensos, emocional y físicamente agotadores, y apesar de las inclemencias del tiempo, no nos movimos. Porque tenemos claro que la justicia social se alcanza alzando la voz, defendiendo lo que es justo.

Estamos conscientes de que falta luchar por los servidores públicos de asignación directa, quienes no eligieron ser contratados bajo esa modalidad, perotienen los mismos derechos. Mañana tendremos una reunión con la Secretaria de la Función Pública, Raquel Buenrostro Sánchez, y esperamos que todos aquellos contratados bajo esta figura estén presentes.

En fin, quienes estamos en esta lucha no lo hacemos de manera individual. Lo hacemos por todos, porque todos tenemos derechos laborales que defender. Esto no es solo un capítulo más; esto es un punto y aparte