Por: Azul Etcheverry
En días recientes hemos visto en los medios de comunicación las acciones que
realiza la Secretaría de Economía en las aduanas mexicanas, decomisar productos
provenientes de China, lo que equivale a cerca de 300 millones de pesos.
Entre los productos importados desde el gigante asiático se encuentran ropa,
scooters y juguetes que van a parar a establecimientos semifijos, pero esta
mercancía llega a perjudicar al mercado interno porque los costos son más baratos
que si fueran comprados a un productor nacional.
Si recordamos la historia económica de México, durante los años 70, durante la
etapa final del modelo de sustitución de importaciones, muchas empresas
desaparecieron por no tener la infraestructura para hacer frente a los productos
importados.
A diferencia de aquella época, ahora el país tiene una infraestructura sólida en
donde la mano de obra se ha especializado en diferentes industrias, entre las que
se encuentra la automotriz, textil, manufacturera y de calzado.
Actualmente, estamos en un contexto complicado por las constantes amenazas de
Estados Unidos de imponer aranceles a los productos mexicanos, aunque por el
momento están suspendidas gracias a la negociación de nuestra presidenta,
Claudia Sheibaum.
Para hacer frente a la situación en dónde cada mes se tenga la incertidumbre de si
al presidente estadounidense le impondrá aranceles a los productos mexicanos, el
Gobierno ha puesto en marcha el programa “Hecho en México”, en donde se invita a
la población que compre productos 100% mexicanos.
El presidente estadounidense ha insistido en qué los aranceles harán más fuerte a
la economía estadounidense pero por ejemplo, los agricultores han comentado que
han resentido la imposición de aranceles porque ahora es más caro exportar sus
productos y esto a la larga traerá pérdidas millonarias para su industria.
El estado de Pennsylvania podría verse afectado ya que la industria agrícola
genera alrededor de 600,000 empleos y los cerca de 5000 ganaderos podrían ver
reducidas sus ganancias de alrededor de 12 billones de dólares a causa de los
aranceles.
La imposición de aranceles a sectores clave de la economía estadounidense es
perjudicial para generar crecimiento económico porque hay una sobreproducción y
combinado a los altos costos de exportación, los productores verán cómo su
industria se cae cómo ocurrió durante el primer mandato de Donald Trump en donde
tuvo que recurrir a subsidios que fueron insuficientes para cubrir las pérdidas que
tuvieron por la caída de la venta de granos de soya.
La incertidumbre sobre los aranceles que se impondrían el próximo mes llevan a
buscar soluciones para contrarrestar los efectos negativos y reducir la entrada de
productos chinos que afectan la economía local. Fortaleciendo el mercado interno
se pueden crear las alternativas para no depender del intercambio de bienes del
país vecino.